Tatiana Nuño es responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España y enviada en representación a la cumbre del clima COP23 celebrada en Bonn, Alemania, del 6 al 17 de noviembre.
La COP23 se realiza dos años después de la histórica cumbre de París. ¿En qué contexto se da y en qué medida se ha avanzado?
El acuerdo de Paris es uno de los acuerdos que más rápido se ha ratificado. Esta cumbre no es tanto avanzar en la letra pequeña sino avanzar en la implementación del acuerdo de París, recoge que todos los estados hagan todos los esfuerzos que estén en sus manos para que las temperaturas no aumenten más de 1,5 grados y que el balance neto de las emisiones de gases de efecto invernadero sea 0 en la segunda mitad de este siglo. Recoge compromisos en cuanto a financiación, transparencia… pero ahora lo que hay que hacer es aterrizar ese acuerdo. Es lo que se ha llamado el libro de reglamentación: reglas para la implementación de esos compromisos que se han adquirido en el acuerdo de Paris. Es una cumbre muy técnica, donde están las delegaciones de los gobiernos de todos los países, para llegar a la cumbre del 2018 con el inventario de los compromisos de reducción de emisiones y aumento de energías renovables.
Actualmente los compromisos que hay nos llevan a aumentos de entre 3 y 4 grados: son insuficientes para permanecer por debajo de los 2 grados, se necesita una actuación mucho más urgente. Cada 5 años tienen que presentar un inventario de cómo vamos con respecto a las emisiones y comprometerse a objetivos más ambiciosos en base a eso. Hay que tener presentes que cuanto mayor sean la concentración de gases de efecto invernadero en la atmosfera mayores serán las temperaturas y peores los impactos en el cambio climático y de ahí la importancia de actuar cuanto antes.
Es especial también porque la presidencia de la COP la tiene un estado isleño, Fiji, un estado del pacifico muy vulnerable al cambio climático que ya está sufriendo los impactos: aumento del nivel del mar, huracanes, perdida de territorio etc…Es un llamamiento fuerte por parte de los países industrializados a actuar frente al cambio climático. Está llamada la cumbre del Pacifico, aunque por cuestiones logísticas se realice en Bonn.
Greenpeace ya participó en la cumbre de París, ¿es cierto que se está dando un papel importante a la participación de organizaciones no gubernamentales, gobiernos locales…?
Sí, las cumbres han avanzado cada vez más a una participación social de organizaciones sociales. Además, las movilizaciones ciudadanas son cada vez más grandes alrededor de la cumbre llamando a los gobiernos a una actuación urgente y comprometida.
Desde las organizaciones civiles que estamos como observadoras podemos participar en el aumento de ambición en cuanto a los compromisos. Participamos siguiendo las negociaciones, pudiendo reportar y hablar de cómo están yendo las cosas, teniendo reuniones con las delegaciones de los gobiernos, también para apoyar esos países que tienen delegaciones más pequeñas y que son países no industrializados empobrecidos o muy vulnerables frente al cambio climático que generalmente coinciden, ayudando a que la voz de estos países que llaman a una actuación más urgente sea también más alta y tenga más representación y peso. También en mejorar la transparencia como decía el acuerdo de París.
¿Con qué objetivo va Greenpeace España a esta cumbre?
En todas las cumbres participa una delegación de Greenpeace de diferentes países, de EEUU China, Australia etc. En concreto para Greenpeace España es un año muy importante porque el gobierno está desarrollando una ley de cambio climático y transición energética y además a nivel europeo va a tener que presentar sus objetivos en la lucha contra el cambio climático y se está negociando el paquete de invierno, estaremos pendiente de la posición que toma Miguel Arias Cañete y como habla de las normativas energéticas que van a marcar la planificación energética de los próximos años. Se está reglamentando como va a participar la ciudadanía en el sistema energético, como se reglamentará el autoconsumo, las subvenciones, los pagos por capacidad, las energías sucias, planificar un cierre para las energías más causantes del cambio climático como el carbón, y España tienen un papel muy importante en estas negociaciones a nivel europeo.
El gobierno además quiere aprobar un real decreto para regular el cierre de las centrales térmicas completamente contrario a lo que requiere el acuerdo de Paris y hemos de intentar conseguir una ley de cambio climático que marque esa transición hacia un modelo cien por cien renovables y que ponga una fecha de cierre al carbón y a la energía nuclear como hacen otros.
Según la Oficina Española del Cambio Climático, la Cumbre de París es el “primer tratado internacional jurídicamente vinculante de lucha contra el cambio climático a nivel global”. ¿A qué se refiere que sea jurídicamente vinculante?
El acuerdo de París es vinculante y es de obligado cumplimiento, lo que pasa es que establece un marco general en la lucha frente al cambio climático, pero el compromiso y la ambición lo regula el propio estado según lo que considera que puede cumplir. En cuanto a penalizaciones o que pasa si no lo cumples, es bastante ambiguo. Tampoco es negativo porque el protocolo de Kioto fue un proceso más de arriba a abajo, que no se cumplió y que tampoco establecía unos compromisos muy ambiciosos, y éste es más de abajo hacia arriba, es el propio gobierno del país el que regula o penaliza en cuanto al desarrollo de leyes. El acuerdo de París nos dejaba un sabor agridulce, es un acuerdo muy importante pero todavía hay mucho por hacer.
Y teniendo en cuenta que EEUU es el gran ausente en esta cumbre de Bonn: ¿qué consecuencias va a tener?
Es preocupante que EEUU se desmarque del acuerdo de Paris siendo el primer emisor de CO2 per cápita y el segundo después de China en cuanto a emisiones de gas. Y es una pena que pierdan el liderazgo en la lucha frente al cambio climático, porque la realidad es que está aumentado en el uso de energías renovables y tiene iniciativas en los estados y en las regiones muy interesantes y muy proactivas. En la actualidad ese liderazgo está siendo asumido por China y la EU.
El acuerdo de París establece que cuando un país se quiere ir tienen que pasar 3 años más 1 (se hizo pensando en los cambios de legislatura, si hay un cambio de gobierno podría incorporarse de un día para otro), lo que hace EEUU es demarcarse y esto va a tener consecuencias a nivel diplomático y a nivel de acuerdos bilaterales, está quedando bastante aislado teniendo en cuenta que el resto de países están participando y es uno de los mayores retos de nuestros tiempos. De hecho, no termina de desmarcarse y están presentes en la negociación… están jugando a dos bandas.
El acuerdo de París entra en vigor en el 2020 y para entonces EEUU debe estar dentro jugando las mismas reglas que el resto de países.
¿Y el resto de países están cumpliendo con los compromisos de París?
Los países están en hoja de ruta, Europa tiene objetivos asumidos en eficiencia, renovables y en reducción de emisiones, para 2020. El resto de países que han asumido objetivos los han puesto para 2030 o para 2050. Lo que se quiere establecer es que establezcan compromisos a corto plazo, y también a largo plazo. A largo plazo sería un sistema energético 100% renovable, deforestación 0, agricultura ecológica, transporte sostenible… pero también los tienen que establecer a corto plazo, para ver que los estamos cumpliendo.
A raíz de los compromisos adquiridos los países sí que han implementado leyes de cambio climático y transición energética, y sí está habiendo cambios en la política energética. China ha reducido sus emisiones de CO2 y ha dejado de construir muchas nuevas centrales térmicas de carbón y esto ha hecho que llevemos 3 años consecutivos donde está habiendo crecimiento económico pero las emisiones de gases efecto invernadero están estables. Tienen que bajar en picado, pero de momento llevan tres años estables. Está repercutiendo a nivel global, Europa también está trabajando sus políticas energéticas, y vemos q están cambiando y están asumiendo compromisos en reducción de carbón y uso de energía renovables. Aunque no es suficiente.