El Pazo de Meirás en Sada (La Coruña), construido en 1893 y propiedad actual de la Fundación Franco, se ha colocado en el punto de mira de los principales colectivos en defensa de la Memoria Histórica en Galicia que luchan porque la propiedad sea devuelta al patrimonio gallego. Entrevistamos a Luis Bará, diputado del BNG comprometido con la causa de la Memoria Histórica para comprender la situación que se está viviendo al respecto.
La devolución del Pazo de Meirás se ha convertido en un centro de lucha fundamental tanto de la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica (CRMH) como de las fuerzas de izquierdas en Galicia ¿Por qué cree que es así?
El detonante fue el hecho de que la familia Franco encargase a la Fundación Franco, que son la misma cosa, la gestión de las visitas al Pazo, y también las declaraciones del portavoz de la Fundación donde anunció la intención de convertir el Pazo de Meirás en una especie de parque temático franquista. Y dedicar las visitas a hacer apología de la dictadura, del dictador y del genocidio.
A nosotros nos pareció una provocación, además con un estilo absolutamente chulesco, desafiante y dio lugar a una respuesta contundente a nivel social por parte de muchos colectivos, entre ellos la Comisión por la CRMH que actúa en el ámbito de La Coruña o Iniciativa Gallega por la Memoria.
A nivel político e institucional, el BNG desarrolló una serie de iniciativas tanto en el Parlamento como en los Ayuntamientos. La más llamativa fue la ocupación del Pazo de Meirás para denunciar no sólo la cuestión de las visitas y de las declaraciones del portavoz sino también la complicidad por parte de muchas instituciones del Estado y fundamentalmente del Partido Popular y la Xunta de Galicia con este tema, que llegó en su momento a la concesión de subvenciones a la familia Franco para la apertura del Pazo para las visitas, hasta 53.000 euros que recibieron de ayudas públicas. Y para denunciar también la convivencia y complicidad con el franquismo desde el Pacto del 78 y hasta la actualidad. Si no, no se explica la indecencia y anomalía democrática que supone que una propiedad que fue expoliada siga en manos de la familia del dictador. Esto no ocurre en ningún país de nuestro entorno, que por ejemplo hubiese una fundación Hitler que estuviese una situación como esta.
Instamos la ilegalización de la Fundación Franco y declararla “no grata” junto a la familia Franco. Llevar a cabo la reclamación de la devolución del Pazo y también la aprobación de una Ley de Memoria Histórica en Galicia.
¿Cómo valora la situación actual con respecto al Pazo de Meirás? ¿Se está avanzando en su recuperación?
Es cierto que el PP está demostrando cierta incomodidad, y está a la defensiva, intentando aparentar que cambia su postura, desviar la atención y vaciar el tema. Se plantea crear una comisión, presentar una serie de expertos para estudiar como fue el proceso de apropiación de expolio también y de la posible devolución.
Para nosotros esto nos parece insuficiente y queremos ir mucho más allá. Hay muchos otros bienes que fueron robados por la familia Franco como dos esculturas románicas del Pórtico de la Gloria del Maestre Mateo o la Casa de Cornide en Coruña. Bienes municipales que fueron supuestamente donados o subastados o que por diversas artimañas acabaron en manos del dictador y de su familia.
También queremos que el debate vaya más allá en el sentido de cuestionar la pervivencia del franquismo, la continuidad, el Pacto del 78 que fue un pacto de silencio e impunidad y revindicar que haya una ley gallega de memoria histórica que haga el reconocimiento, reparación y que haga justicia a las víctimas. Que se conozca la verdad y que de alguna manera ponga negro sobre blanco en todo lo que fue el robo, la extorsión, la rapiña y los crímenes del franquismo.
¿Qué pruebas se han recopilado que demuestran la adquisición ilegítima por parte de la Familia Franco del Pazo de Meirás?
Existen trabajos historiográficos y se va a publicar próximamente un libro por parte de la Fundación Galiza Sempre, del BNG, de autoría de Carlos Babío y de Manuel Fernández, que demuestra con multitud de datos y de documentos como fue el proceso de expolio en distintas fases.
Una primera fase mediante una llamada a suscripción popular promovida por la Junta por parte del Caudillo y que en la práctica fue un proceso de extorsión, con visitas casa por casa por parte de falangistas para obligar a la gente a hacer donativos. Una segunda fase, mediante una incautación de fondos públicos de ayuntamientos y de la diputación de la Coruña (el 5% de los ingresos de la contribución fueron incautados para financiar esta supuesta donación). Y una tercera fase más tarde, ya que la labor de la Junta Propazo fue un desastre, debido a la voracidad de la Familia Franco (se dice de Carmen Polo que no se cansaba de hacer solicitudes de gastos, de inversiones, de mejoras y de compra de propiedades y que fue más grave: la derivación de grandes cantidades de fondos públicos a obras que se realizaron en el Pazo y la incautación de propiedades de los alrededores, pasando la propiedad de 5’7 a 9 hectáreas.
Esto está suficientemente demostrado, y en estos momentos la clave es el hecho de que esa trasmisión fue echa al Jefe del Estado, por tanto sería una propiedad del Estado y eso sería motivo suficiente para su devolución al patrimonio público. En caso de que eso no fuese posible, ya que en la Transición se dejó todo “atado y bien atado”, habría que modificar la ley para conseguir esa devolución.
Diferentes sectores de la izquierda como En Marea e Izquierda Unida dicen que en la devolución del Pazo De Meirás están en juego los valores democráticos ¿Hasta qué punto comparten esta valoración y por qué?
El debate sobre Meirás va mucho más allá de la propia recuperación de la propiedad. Tiene que ver con la calidad democrática de este país, de Galicia y del Estado, con la defensa de valores y derechos fundamentales y también con el reconocimiento y respeto a las víctimas de la dictadura, y que se extiende a mucha gente que fue robada para entregarle esta propiedad al dictador.
Nosotros consideramos la necesidad de un cordón democrático, higiénico, antifascista que deje claro de qué lado está cada quien. Especialmente el PP, que se caracteriza por su ambigüedad y por su tibieza en la respuesta con respecto a los hechos y a las declaraciones de los franquistas. Más allá de la cuestión patrimonial y jurídica, lo que está en juego es una cuestión de decencia y de calidad democrática.
¿Por qué el BNG pide una Ley Gallega de la Memoria Histórica si ya existe una Ley de Memoria Histórica general?
El BNG ya presentamos en la Cámara Gallega una propuesta para la elaboración de una Ley de Memoria Histórica que no tendría mucho que ver con la ley aprobada en el 2007, la cual nos parece claramente insuficiente. Primero porque no permite resolver casos como el de Meiras y en general, del expolio cometido por el franquismo, que se quedó fuera lógicamente del ámbito de la ley.
La ley que propone el BNG prevé una Comisión de la Verdad para esclarecer los crímenes del franquismo y hacer justicia a las víctimas. Propone la anulación de todos los juicios y condenas que fueron dictados a lo largo de la dictadura. No sólo los Consejos de Guerra, sino todas las sentencias dictadas por tribunales que nosotros consideramos ilegítimos.
Propone también hay otras muchas cuestiones que tienen que ver con derechos fundamentales como el derecho a la verdad, a la justicia, a la reparación, que además están incluidos en informes de organismos internacionales como la ONU. Aborda el tema de las desapariciones forzosas, prevé el reconocimiento a la lucha antifranquista y homenaje a las personas que fueron protagonistas de la lucha armada antifranquista en Galicia, y también tiene actuaciones concretas al respecto de la simbología franquista, que no están resueltas en el caso de la ley española, como por ejemplo el tema de la simbología en edificios religiosos.
Propone perseguir y sancionar organizaciones que hagan apología del franquismo. Se propone también la difusión y divulgación de los valores relacionados con la memoria histórica democrática, fundamentalmente en dos ámbitos que son centrales: el educativo y los medios de comunicación públicos, que tienen que contribuir a divulgar tanto la lucha, las personas que sufrieron la persecución, o que fueron asesinadas por defender valores democráticos y por lo tanto merecen ese justo reconocimiento. Nos parece que el olvido es el peor castigo y la muerte de las víctimas. Y el PP y los que defienden esta visión del Estado y de la democracia están cometiendo una gran injusticia a las personas que combatieron en esta causa de la democracia, de la libertad, de la justicia, de la solidaridad y también de la defensa de los derechos nacionales de Galicia.
También proponemos la oficialización del día 27 de Agosto que es la fecha del asesinato del dirigente nacionalista gallego Alexandre Bóveda. Y muchas cuestiones que tienen que ver con lugares de memoria como la isla de San Simón, que fue una prisión franquista y el propio Pazo de Meirás que proponemos su recuperación y conversión en un lugar de difusión de memoria democrática.
El franquismo fue un régimen de terror, que llegó al poder con una guerra que causó más de un millón de muertos, le siguió una feroz represión que causó cientos de miles más y un ataque continuo y constante a los derechos y libertades más básicos ¿No hay que hacer todo lo posible para que esta conciencia no se pierda en Galicia?
La Fundación Galiza Sempre está trabajando en la publicación del libro sobre el expolio, tanto del Pazo de Meirás como otros casos de saqueo de la familia Franco. El BNG, tanto institucionalmente como socialmente llevamos trabajando muchos años en la materia. Cuando el BNG estuvo en el gobierno gallego, desarrolló una política pública de memoria histórica que en algunos aspectos fue puesta como ejemplo por parte relator especial de la ONU para los Derechos Humanos, Pablo de Greiff, quien hizo un informe sobre la situación de los Derechos Humanos en el Estado Español.
Como ejemplo está el proyecto de investigación de la represión en Galicia, o cómo convertimos la Isla de San Simón en una isla de la Memoria y desarrollamos numerosas actividades en ese sentido de divulgación. Esto lo hacemos también en los ayuntamientos en los que estamos gobernando y estamos trabajando especialmente en el conocimiento, la reivindicación y el homenaje en diversas instituciones como la Diputación de Pontevedra de la lucha de las mujeres y de la represión sufrida por las mujeres en Galicia y el ayuntamiento de Pontevedra. A nivel político es un tema central en nuestra lucha, de nuestro trabajo, de nuestra actividad el reconocimiento de la lucha de hombres y mujeres que fueron perseguidos, asesinados y masacrados por el genocidio franquista.
Lo que estamos viviendo ahora tiene unas causas principales y originales en el franquismo, y nos parece que ponen en evidencia el Pacto de silencio de la Transición y la impunidad, la convivencia, la complicidad con el franquismo por parte de las instituciones del Estado que no han tenido una postura, clara, contundente y firme de condena de todo lo que tiene que ver con el franquismo y de búsqueda de la justicia y de la verdad.