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Recuperación sin empleo, sin consumo y sin crédito

La Comisión Europea ha publicado sus previsiones de invierno. Conviene aclarar que en esta ocasión sólo actualizan los datos que ya se han publicado desde sus previsiones de otoño y no cambian su senda de previsiones. Por eso aparecen cosas raras. Por ejemplo, la Comisión espera que el PIB en nuestra querida España crezca en el primer trimestre un 0,4% trimestral. Los datos del cuarto trimestre ya fueron inflados por el INE tras anunciar el ministro el 0,3% en el Congreso. Pero realmente todos los indicadores de diciembre han sido nefastos y el PIB real, según las estimaciones de este economista observador, ha estado cercano a 0,1% trimestral. En el primer trimestre los indicadores conocidos, sobre todo demanda de electricidad han vuelto a empeorar. Por lo tanto la economía está prácticamente estancada.

Entrando en el año con el motor calado es difícil que se cumplan las previsiones de la Comisión. Todo su cuadro macro se apoyo en un crecimiento del 5,4% de las exportaciones ya que la demanda interna permanecerá estancada. Este jueves conoceremos los datos del PIB desagregados y las exportaciones caerán en tasa trimestral y acabarán el año con un crecimiento interanual próximo al 3%. Para que el promedio de 2014 sea del 5,4% las exportaciones debería acabar 2014 creciendo próximas al 7% anual. Con el euro sobrevalorado, el consumo privado en la Eurozona prácticamente estancado y varios países emergentes como Brasil, India o Turquía frenando en seco su crecimiento parece misión imposible.

Si se hace el ejercicio de mantener constante el PIB del cuarto trimestre en 2014, simulando que la economía estuviera los 4 trimestres, el PIB en el conjunto de 2014 crecería 0,3%. Eso se produce al haber concentrado el crecimiento de 2013 en el segundo semestre y acabar el año con un PIB por encima de la media del año. Por esta razón una previsión del 1% es mejor que la anterior pero sigue siendo un crecimiento anémico.

Una recuperación sin empleo, sin consumo, con salarios e inflación congelada, con la inversión estancada y con el mayor déficit no sólo de la Eurozona sino de todos los países desarrollados, sobre todo en 2015 que seguirá en el 6,5% del PIB, como la que anticipa la Comisión, sigue haciendo a la economía española muy vulnerable a recaídas. Simplemente si la Comisión se vuelve a poner seria con el déficit y nos obliga a cumplir el objetivo del 4,5% en 2015 supondría un ajuste adicional superior al 1% del PIB. Si eso sucede el PIB se estancaría y volveríamos a destruir empleo neto y a aumentar la tasa de paro.

Con este panorama en Europa y especialmente en España el debate debería ser como intentar depreciar el Euro para reactivar la exportaciones. Para ello el BCE debería pasar a comprar bonos. El ESM debería financiar un plan de estímulo concentrado en la periferia europea y el BCE podría comprar sus bonos en el mercado secundario como hace la Fed, el Banco de Japón o el Banco de Inglaterra. Deberíamos abrir una mesa de negociación de deudas para reducir significativamente el pago de intereses de las mismas, acabar con los ajustes fiscales en la mayoría de países de la periferia y que las economías vuelven a la senda de sostenibilidad de la deuda en la única que conseguirán acabar con la lacra del desempleo de largo duración y de jóvenes.

Espero que entiendan la desesperación de este economista observador viendo hoy a nuestro Presidente del Congreso negando esta realidad y contándonos cuentos asombrosos. Sólo recordar que los cuentos asombrosos los escribió Edgar Allan Poe y eran novela de terror. Aquello era ficción pero en nuestra querida España la pobreza y la deuda son hechos reales. Y lo que no es sostenible, en cualquier momento se acaba.

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