Ofensiva para recortar el derecho de manifestación

¿Recortes y además mordaza?

Quien te roba tiene que recortar tu libertad para resistirte. Por eso, en plena oleada de tijeretazos a nuestros salarios, a la sanidad o la educación, empiezan a surgir las voces que reclaman «modular» «eufemismo para no tener que decir «recortar»- el derecho de manifestación. Quieren imponernos recortes, y encima colocarnos una mordaza. Cuantos más tijeretazos exijan el FMI y Merkel, más intentarán recortarnos nuestras libertades.

Para la delegada del gobierno en Madrid, en la capital hay “demasiadas manifestaciones”.

En una entrevista declaraba que “Madrid es una ciudad complicada porque las manifestaciones son permanentes y su cifra desmesurada”. Aportando el dato de que el último año se celebraron en la capital de España 2.200 concentraciones.

¿Y…? ¿Es esto un “problema de orden público”, o un signo de la vitalidad democrática de la sociedad española?

Para quienes imponen los recortes, es evidentemente un peligro. Para el 90% de la población es un derecho fundamental.

Primero anunciaron una tenebrosa reforma del Código Penal, que criminaliza las protestas, incluyendo la posibilidad de imponer multas, e incluso la ilegalización total o parcial, a los partidos, sindicatos u organizaciones por los “comportamientos violentos” que sus afiliados pudieran protagonizar en las manifestaciones.

Y ahora, aprovechando los prefabricados “incidentes violentos” en las movilizaciones del 25-S, abren un nuevo frente.

Incluso el Fiscal General del Estado se ha sumado al coro que pide “la modulación” del derecho de manifestación.

Retuercen el lenguaje para manipularnos. Ahora ya no se dice “recortar”, se debe decir “modular”.

Anunciando una ley orgánica que permita al gobierno modificar los recorridos o prohibir manifestaciones bajo el argumento de que “atentan contra las instituciones del Estado”.

Estamos ante un recorte de libertades sin precedentes. Todos los demócratas debemos manifestar nuestro rechazo.

¿Es que acaso pretenden imponer el “Estado policial de los recortes”?

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