Las autonomí­as recortarán en 5.000 millones de euros sus presupuestos en 2012

Recortar servicios básicos para que siga el saqueo

Dentro del juego autonómico de los espejos, parece que van a recortar unos 5.000 millones de euros en los próximos presupuestos. Todas las autonomí­as andan jugando, hasta después del 20-N, con los presupuestos del año 2012. El juego se llama «digo pero no hago, hago pero no digo». Digo que haré unos presupuestos austeros pero no los hago hasta el dí­a después de las elecciones, voy haciendo recortes en sanidad, educación y polí­ticas sociales pero no lo digo. Las autonomí­as gobernadas por el PP con la excusa de que el Gobierno de Zapatero no informa y echándole incluso la culpa de su propio despilfarro autonómico. Las autonomí­as gobernadas por el PSOE esperando responsabilizar de todos los recortes al adivinado gobierno futuro del PP. Los nacionalistas atribuyéndolo todo a la imposición del «gobierno central».

Pero la realidad dice que las castas regionales ya están haciendo recortes. Recortes que inician una escalada salvaje contra los servicios públicos básicos después del 20-N. Atención sanitaria, educativa y social que el 90% de la población habíamos conquistado después de muchos años de esfuerzos y de luchas. Recortes dirigidos a seguir saqueándonos para que esas castas regionales sigan con sus reinos de taifas, con su saqueo, con su entramado burocrático-económico.

«Recortes para que las castas sigan saqueándonos.»Veamos sólo algunos ejemplos. Los probables presupuestos próximos de la Región de Murcia, gobernada por el PP, incluyen un recorte del 18%. Declaran que los recortes no afectarán a educación y sanidad. Sin embargo, Murcia es una de las autonomías conocida por sus agresivos recortes llevados ya a cabo en educación y sanidad. Como son el bono-libro y las becas escolares de comedor, así como la reducción de los horarios de tarde de los médicos. Los siguientes recortes anunciados son rebajar el presupuesto a las universidades y reducir el horario de los ambulatorios.

En Castilla-La Mancha el gobierno autonómico recién asumido por el PP ha anunciado medidas de reducción de gastos innecesarios pero en nombre de la austeridad ya ha dejado de contratar 800 interinos en educación y llegará a una reducción de 8.000 empleados públicos entre educación, sanidad y en las empresas de la Administración.

En Galicia el PP ha hablado de privatizar los hospitales mientras se ha recortado en sanidad, en educación, como la reducción de la gratuidad de los libros de texto en un 40% y la política social de viviendas. En Cataluña la Generalitat gobernada por CiU está cerrando camas hospitalarias y servicios de urgencias por la noche, eliminando turnos de ambulancia, alargando las listas de espera y ha planteado rebajar a la mitad la paga extra de Navidad de los médicos.

Obama, Merkel y Sarkozy están imponiendo a España, al gobierno de Zapatero, que ha “ascendido” así al rango de “gobierno bananero”, que paguemos las deudas de su crisis. Y Zapatero, obediente y presuroso, lanza todo tipo de rebajas salariales, de recortes sociales y de aumento de los impuestos que pagamos el 90%, no los ricos. Las castas regionales, que nunca han dado cuenta de su endeudamiento ni han sido controladas por el Estado y han construido monstruosos parásitos con el disfraz de gestionar las competencias autonómicas, se lanzan a recortarnos los servicios básicos.

«Los responsables son el PSOE y el PP junto con los nacionalistas.» Nosotros no somos responsables de la deuda autonómica. Como ha declarado el portavoz económico de UPyD, Álvaro Anchuelo han sido el PSOE y el PP, “con el complemento de los nacionalistas”, los responsables de lo sucedido, ya que la situación “no era inevitable”. Pero “las cosas no se han hecho de manera diferente en la Comunidad Valenciana del PP que en la castellano-manchega del PSOE o en la Cataluña nacionalista. Nuestro país inició la crisis con una deuda pública muy pequeña, del 36% del PIB”, ha destacado.

Hay que acabar con la política de despilfarro que caracteriza a todas las castas, y su representación política, la partitocracia, sin distinción de colores, en autonomías gobernadas tanto por el PSOE, como por el PP, o los nacionalistas. Hay que poner en marcha una drástica política de ahorro público para disponer de suficiente dinero sin penalizar más al 90% de la población ni endeudarse más. Porque riqueza hay, sólo hay que redistribuirla. Un dinero público necesario para la inversión productiva, para crear riqueza y empleo. Para salir de la crisis en beneficio de la mayoría.

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