Corresponsalia Euskadi

Rechazo al TAV

Desde que se iniciaron los proyectos del Tren de Alta Velocidad, la «Y vasca», en Euskadi se ha levantado un movimiento de rechazo, no exactamente mayoritario pero si de cierta repercusión mediática, en el que ETA trata de llevar la voz cantante amenazando y asesinando a los empresarios y técnicos que trabajan en dicho proyecto, como ha insistido en su último comunicado.

El tren de alta velocidad es un elemento de cohesión ara el conjunto del país. En Euskadi permitiría unir Biblao con Madrid en tan sólo 3 horas, aparte de mejorar las comunicaciones entre las capitales de las tres provincias vascas. No es de extrañar que venga del mundo nacionalista el rechazo al TAV, aunque mezclado con reivindicaciones de tipo ecologista por la amenaza medioambiental que supondría el trayecto, que van desde la modificación del trazo del proyecto a su paralización total. Asociaciones ecologistas informan y denuncian de que el trazado de 194Km, afectando a 47 municipios, en ocupación directa de suelo, en escombreras, un igente movimiento de tierras así como el impacto sobre arroyos y ríos en 103 puntos y sobre 31km de acíferos subterráneos de alta o muy alta vulnerabilidad… afectando además a espacios naturales protegidos y/o de alto elevado interés naturalístico. (según Ecologistkmartxan, dentro de Ecologistas en Acción). En este cruce de intereses donde se juntan argumentos apoyables y a difundir con los otros que no van más que aprovechar y a utilizar estas luchas sociales para sus propios intereses y que criminaliza estos movimientos sociales dando el más flaco apoyo a las mismos, el mejor paso a dar es el más absoluto desmarque y denuncia, así esta misma organización antes nombrada y otras muchas han mostrado publicamente su rechazo a las acciones acometidas por la banda armada ETA, dando su más aboluto apoyo y pésame a la familia afectada por el empresario asesinado. Dejando claro que sus formas de actuación son de información y difusión con el objetivo de sumar a la gente y consideran “que ni ETA ni ninguna acción armada ni ningún tipo de imposición pueden sustituir el necesario proceso de información, debate y participación social sobre el TAV, ni tienen legitimidad para impedir que la sociedad vasca tome la palabra y pueda manifestar de forma libre y responsable su opinión”. De hecho muchas de estas organizaciones no reividican esto ahora sino que es una reinvindicación histórica contra los proyectos de alta velocidad.

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