Rechazamos la agresión a nuestros militantes por defender la libertad

Hoy, en la Plaza del Diamante en el barrio de Gràcia en Barcelona, un grupo de individuos han agredido a dos militantes de Unificación Comunista de España (UCE) que se encontraban haciendo campaña.

Una compañera y un compañero, miembros de la Ejecutiva de la Juventudes de nuestro partido (JUCE), se encontraban en la Plaza del Diamante denunciando el clima de división y enfrentamiento que existe en Cataluña, y que solo interesa a quienes aplican los recortes y se benefician de ellos. Entonces, han sido increpados, hasta en dos ocasiones, por un grupo de individuos amenazándoles con que o abandonaban el barrio o iban a ser agredidos.

Ante la negativa de los compañeros han sido cobardemente agredidos y han tenido que acudir a un centro médico para ser atendidos.

En primer lugar, rechazamos tajantemente y sin matices cualquier tipo de violencia y declaramos nuestra firme determinación en la defensa de la democracia y la libertad, de la unidad entre sensibilidades e ideologías diferentes para hacer frente a los recortes, a la división y al enfrentamiento en Cataluña, de todos los demócratas, pero especialmente de la gente progresista y revolucionaria.

Por otra parte, esta agresión nos recuerda tristemente a las que han tenido que sufrir militantes de nuestra organización en Euskadi ante los energúmenos fascistas que levantaban la bandera de ETA y del tiro en la nuca, y que ponían dianas en las puertas de nuestras sedes. Los militantes de Unificación Comunista de España hemos sufrido la persecución, la tortura y la cárcel de los fascistas de Franco, más tarde las amenazas y las agresiones de los fascistas proetarras, y ahora los ataques de los fascistas que dicen defender la independencia de Cataluña.

Todos ellos son enemigos de la democracia y las libertades, y todas las organizaciones progresistas, pero especialmente las revolucionarias, debemos mostrarles nuestro rechazo, evidenciando que son una ínfima minoría de la sociedad y que no pueden recibir el respaldo de ninguna opción política.

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