Alemania asfixia Europa

¿Rebelión contra el diktat de Berlí­n?

La primera fisura abierta en el diktat alemán, provocada por las consecuencias de las elecciones francesas, ha provocado una marejada polí­tica en la UE. Merkel ha tenido que salir a reafirmar que «los ajustes son innegociables», pero las voces contra la asfixia que supone el salvaje diktat alemán aumentan y elevan su tono.

Los previsibles resultados de las elecciones francesas –en las que todo el mundo da como seguro ganador al socialista Hollande–, unido a la caída del gobierno holandés– uno de los más firmes aliados de Merkel en la UE– tras aprobar un plan de recortes de 16.000 millones de euros han desatado esta semana una ofensiva contra la política de Berlín, que está llevando a la recesión a la mayoría de las economías europeas, reclamando un pacto por el crecimiento que contrapese las medidas de austeridad impuestas por el gobierno germano a toda la UE. «La posible victoria de Hollande parece encaminar a la UE a una reacomodación de su sistema central de alianzas»


Desde el primer ministro de Italia Mario Monti hasta el presidente del BCE, el también italiano Mario Draghi, un coro de voces se han alzado tras la propuesta de Hollande, que la pasada semana contestaba a la canciller alemana diciéndole que “no es Alemania la que va a decidir por la totalidad de Europa”, después de que ésta afirmara que el pacto fiscal de la UE “no puede ser renegociado”. De forma insólita, sólo No está, desde luego, todavía nada claro que la fisura abierta pueda legar a alterar significativamente la política de austeridad dictada por Berlín. Y aunque Merkel ha hecho algunas concesiones en los últimos días, reconociendo que el crecimiento económico es el segundo pilar de la UE, ha dejado bien claro que eso no significa que Alemania vaya a financiar una política de estímulo al crecimiento y la creación de empleo.


La posible victoria de Hollande parece encaminar a la UE a una reacomodación de su sistema central de alianzas. Cambios, sin embargo, que dada la correlación de fuerzas existente actualmente no parece que puedan venir de la mano de una debilitada Francia, sino más bien de algún tipo de reajuste por parte germana, buscando establecer nuevas alianzas preferentes para frenar o reconducir la ofensiva de Hollande. ¿Será esa la razón de que Rajoy saliera en defensa de Merkel al afirmar que la austeridad y los recortes no son una imposición alemana sino un acuerdo compartido por todos los miembros de la UE? Extraña apuesta la de jugar a ganar fuerza acercándose al mas fuerte, cuando en este caso es un bulldog que te deja la ropa hecha jirones a bocados.


Berlín está dispuesta a sacrificar Europa para seguir manteniendo su gran superávit comercial y su enorme excedente de capital a costa de toda la UE. Y cuanto más terreno pierde en el mundo respecto a China y el resto de países emergentes, más intransigente se vuelve para mantener las ventajas que el mercado y la moneda única le han proporcionado sobre lo que considera su área de influencia.

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