Cargando...El jefe del Ejecutivo español se ha visto en la obligación de hacer de la necesidad virtud. Tras difundir la delegación alemana que la canciller Angela Merkel había pedido a España claridad y rapidez para solicitar la línea de crédito para sanear el sistema financiero, Mariano Rajoy abogó a su vez por cerrar el mecanismo de la ayuda a la banca española a la mayor celeridad posible. Lo decía el presidente con ocasión de la rueda de prensa posterior a la celebración de la Cumbre del G20 en Los Cabos. Pero, en su línea habitual de no dar nada por hecho definitivamente, añadió que el Gobierno está todavía pendiente de ver si recurrirá al Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF), al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) o un instrumento distinto.
El sabrá por qué lo dice, pero al no haberlo querido aclarar ha perdido una oportunidad para explicar al mundo si algunas de las condiciones que tratan de exigir los socios comunitarios, como parece, son inaceptables o inasumibles. Y de paso podría haber explicado por qué el cambio de actitud de Merkel, primero tan dispuesta a ayudar y ahora tan exigente.
Al presidente del Gobierno se le vio especialmente incómodo con la situación. Puede hablarse incluso que molesto. Llegó a pedir a los periodistas que o se quedaran o se marcharan, pero que cerraran la puerta para no distraerle. A un colega llegó a recriminarle que hubiera escrito solo él las exigencias de Merkel a España cuando estaba en todos los medios nacionales y alemanes como mínimo.
Según Rajoy, nadie en la reunión a puerta cerrada mantenida con los socios comunitarios y con Obama ha pedido a España que acelere su petición de ayuda. En cambio la delegación alemana había difundido que sí lo había hecho la canciller.
Para el presidente nadie está más interesado que España en que se resuelva la situación lo más rápidamente posible. Tiene sentido que los responsables españoles quieran conocer las condiciones del rescate, y por supuesto que no sea Alemania quien imponga el grueso de las mismas, aunque sea ella quien deba aportar una parte relevante de los fondos.