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Rajoy oculta las reformas que le pide la Troika

Rajoy está dispuesto a todo. Está dispuesto, a enfrentarse con el Fondo Monetario Internacional, con sus previsiones, con sus análisis agoreros que han echado abajo su discurso de anuncio de aparición de los primeros brotes verdes para finales de este año, e incluso, en un claro acto de voluntarismo, a darle la vuelta a las cifras facilitadas el martes que tienen muy poco que ver con las cifras que está manejando su Gobierno, y que tiene ya casi listas para enviar en los próximos días a Bruselas.

En la sesión de control de este miércoles el presidente del Gobierno ha salido como ha podido del golpe que acababa de asestar el FMI a los pronósticos del Ejecutivo en el que, quizás lo más grave sea el que hasta el 2018 la economía española no entrará en una situación de normalidad y que la recesión este año, será tres veces mayor de lo que calcula el Gobierno. Desconcertado, no ha querido adelantar que tipo de reforma nos pide ahora Bruselas y el FMI, aunque aclaró que el próximo día 26 de abril se harán públicas algunas. Hay que recordar que los últimos mensajes que han llegado de Bruselas, han insistido en la profundización de la reforma laboral, en la profundización de las pensiones y en la definitiva solución del déficit eléctrico. Por su parte, el Fondo en su informe, no tiene reparos en insistir en que “serán necesarias nuevas medidas de ajuste que posiblemente afectarán al crecimiento”.

El cuadro que presenta el Fondo Monetario es, después de la segunda recesión en la que estamos, desde hace cuatro años, aterrador: un crecimiento negativo del PIB del 1,6 por ciento, un paro del 27 por ciento, una Deuda pública del 90% y un déficit público del 6,6 por ciento. Sin contar con el efecto del rescate a la banca, el déficit público del Gobierno hubiese quedado en el 7%, pero la ayuda de Bruselas a los Bancos lo elevó a más del 10%. El objetivo oficial para Madrid es dejarlo por debajo del 3% en 2014. Según los pronósticos del Fondo, 2013 acabará con un déficit del 6,6%, en 2014 subirá al 6,9% y seguirá en niveles superiores al 5,5% hasta 2018. Para ningún otro país europeo (y para casi ningún otro del mundo, salvo excepciones como Pakistán o Ghana), el Fondo prevé un déficit público tan desbocado como para España en los próximos años.

Si hace solo una semana varios ministros (el de Economía y Competencia, De Guindos, el de Hacienda y Administraciones Públicas Montoro , y la de Trabajo Báñez) con el presidente del Gobierno a la cabeza, lanzaban las campanas al vuelo, anunciando la llegada, por fin de los esperados brotes verdes, esta semana el panorama era más sombrío después del mazazo del informe del Fondo, que por otra parte, viene a coincidir con otros informes de institutos privados y de la propia Comisión Europea. “En el año 2014 va a haber en España crecimiento económico y creación de empleo” afirmaba un optimista Rajoy en la pasada sesión de control parlamentario. “Ahora vamos a trabajar para que no se cumplan” esas previsiones del Fondo “Vamos a intentar superarlas”, ha dicho en la sesión de control de este martes, el presidente sin atreverse a concretar qué tipo de reformas va a poner en marcha para hacer frente a una situación que no termina de normalizarse , qué es lo le pide exactamente la Troika comunitaria, y qué piensa hacer para que la economía española no se vaya hundiendo más en la recesión, en la falta de consumo, en la desesperación del paro que parece no tener límites, en la falta absoluta de créditos para la financiación de las empresas a pesar del rescate que estamos pagando todos los españoles, y en ese interminable gasto público de las Autonomías, de los asesores y de las televisiones públicas…

En la sesión de control de este martes ha estado tan prudente, tan prudente que, aparte de querer darle la vuelta a los pronósticos del Fondo, no ha dicho nada. Nada, de nada.

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