SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Rajoy no logrará que la UE asuma compromisos no adquiridos

MARIANO Rajoy enfatizó ayer en la clausura de los cursos de verano de Faes la necesidad de que los países de la Eurozona cumplan «sin vacilar» los compromidos adquiridos en la última cumbre de Bruselas. «Lo que determinará el verdadero éxito de ese Consejo Europeo es que sus decisiones cuajen en realidades concretas y palpables y lo hagan de forma rápida y efectiva», subrayó.Las palabras del presidente son equívocas porque sugieren que la Eurozona adquirió en Bruselas unas obligaciones con España que no está cumpliendo. Pero la realidad es que hay muy poco que reprochar a nuestros socios. Basta repasar esos acuerdos para constatar lo infundado de la demanda de Rajoy.

En primer lugar, se pactó en Bruselas que el fondo europeo que va a financiar el rescate de los bancos españoles no tendría prioridad sobre el resto de los acreedores a la hora de cobrar. Eso es lo que se está negociando y lo que quedará materializado en un memorándum que se firmará en los próximos días. No hay indicios de que la UE vaya a incumplir lo acordado.En segundo lugar, la Eurozona estableció que ese dinero sólo podrá llegar directamente a los bancos cuando exista una supervisión bancaria común. Eso puede tardar bastante tiempo, lo que obligará al Gobierno a pedir la ayuda y asumirla como deuda.Y en tercer lugar, se acordó que el fondo de rescate europeo podría comprar deuda española para estabilizar el mercado, imponiendo condiciones macroeconómicas a cambio. Rajoy dijo que su Gobierno no iba a acudir a ese mecanismo. En ningún momento se pactó en esa cumbre que el BCE tendría que comprar deuda española o italiana, aunque sería muy útil y beneficioso que lo hiciera. El precedente de sus anteriores intervenciones ha creado el malentendido.Por tanto, Rajoy no puede acusar a la UE de estar incumpliendo ninguno de esos compromisos que tanto coste político han tenido para Angela Merkel y que fueron interpretados como un éxito político suyo y de Monti.No, el problema no está en la falta de solidaridad de la UE hacia España sino en las dificultades del Gobierno en cumplir con el objetivo de déficit -el 5,3% del PIB- previsto para 2012. El propio presidente se refirió a esta cuestión y recordó que serán precisos nuevos ajustes para alcanzar esa cifra. En concreto, Rajoy aludió expresamente a una reorganización de la Administración local que el Gobierno aprobará el próximo viernes sin concretar cuándo ni cómo acometerá el recorte del gasto autonómico.Rajoy lo calificó de «necesario», pero es difícil por no decir imposible que las autonomías se aprieten el cinturón lo suficiente de forma voluntaria. Todos los expertos consultados por este periódico en el suplemento Mercados piden ya «medidas contundentes» para reducir el gasto autonómico. Pero además resulta indispensable un cambio en la estructura organizativa de Estado, como bien se recogía en un estudio de Faes en 2010, en el que se concluía que el nivel de endeudamiento de las comunidades era insoportable y que había que revisar el modelo para hacerlo viable. Por tanto, Rajoy debe implicarse a fondo en afrontar este reto para recuperar la credibilidad ante los mercados y sus socios.

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