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Rajoy desoye las recomendacines del FMI y presume de «independencia»

Como en los viejos tiempos de la oposición, cuando le zarandeaban las tormentas internas del partido, Mariano Rajoy se creció ayer en medio de un vendaval infinitamente mayor. Las pocas horas que pasó en el País Vasco para la Interparlamentaria del PP le sobraron para trasladar un doble mensaje de tranquilidad y autoafirmación. Al día siguiente de que el FMI le leyera la cartilla con unas recomendaciones específicas para hacer frente a la crítica emergencia de la economía española y de su deuda, Rajoy desoyó el informe y presumió de «independencia» para reafirmarse en su propio programa reformista.En los pasillos de la Interparlamentaria, el líder del PP minimizó el documento y lo equiparó a los muchos que elabora la propia Unión Europea, de lo que se deduce que no se plantea, al menos de momento, una subida del IVA, pese a ser la medida más demandada en todos ellos.De esta manera, Rajoy sigue refrendando a la parte de su equipo económico más ligada al partido -Cristóbal Montoro, Álvaro Nadal…- que lidera la resistencia frente a este impuesto que, además de impopular, considera ineficaz -por la caída del consumo y el aumento del fraude- y perjudicial para la economía y para el turismo. En todo caso, si como desde el propio Gobierno se apunta, se acaba por subir el IVA, será porque Rajoy lo decida. O ése vino a ser su mensaje: «Este partido tiene un presidente que sólo puede presumir de una cosa, de independencia», dijo, al tiempo que abonó el terreno para su próxima reforma, la que la propia Hacienda está preparando, en contacto con el PSOE, para dentro de 15 días, y que afectará de lleno a las Administraciones Públicas.No dio gesto alguno Rajoy de que el país sufra un rescate bancario. Defendió la gestión del Ministerio de Economía y sacó pecho frente a la alarma política, bursátil y mediática, para asegurar que el «crédito» solicitado el pasado fin de semana, aunque tardío por culpa de Zapatero, debería «tranquilizar a todos».«En 2009, los países de la UE pusieron a disposición de sus entidades financieras 1,5 billones de euros. Nosotros hemos pedido un crédito de 100.000 millones, que devolverán los bancos, no el contribuyente».Fiel a su estilo, Rajoy pidió «mantener la cabeza fría» ante tanto «ruido». «Hay muchas críticas, especulaciones y espectáculo», dijo a los suyos, que a la luz de los comentarios ya estaban advertidos: «La situación no es tan grave como la pintan los medios», comentaba un ministro. «El momento es difícil», subrayó Rajoy, «pero sabemos lo que hay que hacer y lo estamos haciendo». Y aún enfatizó: «Vamos a salir de ésta, y vamos a salir bien, pronto y reforzados».Pese a su apuesta por Europa y por Grecia, todo su discurso estuvo ayer teñido de afirmación soberana: «Es verdad que en Europa se deberían tomar según qué decisiones» admitió, «pero dependemos fundamentalmente de nosotros mismos».

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