SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Rajoy a por los EEUU de Europa

(…) Nuestro quinto presidente constitucional deja en herencia una España arruinada, deprimida y exhausta, pero al menos está haciendo un relevo bastante ejemplar. Seguro que su sucesor hubiera preferido ser recibido con más dinero en la caja y peores modales, pero ya que la democracia parlamentaria lleva camino de ser vapuleada por los huracanes del malestar social, al menos que no falle la liturgia (…)

Rajoy llega con plena conciencia de que gobernar es desgastarse y de que sólo los resultados que obtenga al final de la legislatura podrán redimirle de las impopularidades que no tendrá más remedio que cosechar en sus inicios.No sé qué números aflorarán en su discurso de mañana pero sí los que ha tenido en la cabeza en el momento de prepararlo. Su gran incógnita es si tendrá que recortar el déficit público para 2012 en 16.000, 26.000 o 36.000 millones, dependiendo de que este año nos quedemos finalmente en el 6% como mantiene el Gobierno saliente, lleguemos al 7% como parece bastante previsible o alcancemos el 8% como mantiene algún ministrable pesimista (…)

Se encuentre con lo que se encuentre, Rajoy tiene decidido convertir el cumplimiento del 4,4% comprometido para el año que viene con la UE en la prioridad absoluta tanto del paquete de medidas urgentes que su gobierno aprobará en enero como de los nuevos presupuestos que presentará en marzo, probablemente después de las elecciones andaluzas. Sabe que es en ese primer envite en el que se juega la credibilidad ante sus socios y ante los mercados y está dispuesto a actuar sobre cada partida de los gastos -sueldos de los funcionarios incluidos- y de los ingresos -no debe descartarse una nueva subida del IVA- con tal de volver a convertir a España en un alumno modelo en el aula de la disciplina fiscal (…)

Más por lo que calló que por lo que dijo en su único debate de la campaña con Rubalcaba, cabe suponer que la reforma del subsidio de desempleo será otra de sus prioridades pues España no puede seguir destinando 30.000 millones al año a ayudar a una parte significativa de los desempleados a no buscar trabajo e incluso a rechazar ofertas por las que en otros países habría cola de solicitantes. También éste es el momento de introducir en la Sanidad mecanismos que refuercen la eficiencia del sistema como el ticket moderador planteado por Artur Mas u otros elementos de copago que no afectan al núcleo esencial del derecho a la salud. ¿No sería lógico que en las estancias hospitalarias la manutención corriera al menos parcialmente a cargo del paciente? ¿No habría que introducir mecanismos muy estrictos para poner fin al turismo sanitario vinculado a la inmigración? (…)

En las últimas dos semanas me he reunido con cuatro presidentes autonómicos y todos ellos coinciden en el discurso: estamos recortando todo lo que se puede recortar pero si después no llega la recuperación tendremos graves tensiones en la calle. Por eso Rajoy puso tanto énfasis en pedirle a Merkel que sus esfuerzos presupuestarios y reformas tengan recompensa a través de unas reglas del juego que acaben con la crisis de la deuda soberana.La cumbre de Marsella ha dejado en este sentido sensaciones agridulces. Por un lado ha supuesto un compromiso concreto para corregir la cojera estructural del euro, completando la Unión Monetaria con una Unión Fiscal que en la práctica debería suponer unificar la política económica de sus miembros a lo largo del año próximo. Pero nada se ha concretado en cambio de cómo, en pura lógica, eso conllevará también la unificación de las respectivas deudas (…)

Las variables que más preocupan a Rajoy son las que no está en sus manos controlar. Por ejemplo, la advertencia de François Hollande de que si gana las elecciones no incluirá en la Constitución francesa la regla de oro de la estabilidad presupuestaria. Por ejemplo, la fragilidad parlamentaria y el déficit democrático del Gobierno Monti. Por ejemplo, la falta de garantías a los mercados de que la quita griega no volverá a repetirse. Y lo que queda al final es un diagnóstico preñado a la vez de incertidumbre y esperanza: «O creamos los Estados Unidos de Europa o esto no funcionará».

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