De Juana Chaos en una manifestación en Belfast contra el genocidio de Gaza

¿Quienes son los sionistas vascos?

El ministro de la propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels – que convirtió la demagogia en ciencia y la confusión en arte- bautizó como «principio de la transposición» a la artimaña consistente en cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Algunos de sus descendientes ideológicos siguen aplicando -por el puro instinto que nace del color de las entrañas- sus enseñanzas, y se entregan con fruición a auténticos aquelarres de confusión. Como ejemplo de alumno aventajado, Iñaki de Juana Chaos -jefe de ETA durante años, perpetrador al menos de 25 asesinatos y responsable de muchos más- asistió, tranquilo y sosegado, a una manifestación en Belfast contra el genocidio que Israel comete contra el pueblo palestino.

Ellos quieren ser los alestinos. De Juana Chaos –y con él el delirante mundo abertzale- quiere ser de un pueblo ocupado, vejado, violado y masacrado. Sueña con vivir en un campo de concentración gigantesco, con ser –como los palestinos- uno de los pueblos más pobres del planeta, sometido a un embargo perpetuo y a la constante amenaza de los tanques sionistas. También ellos son un pueblo sin tierra –porque otros, los españoles sionistas- se la arrebatamos. También ellos han tenido que dejar sus hogares por miles para comenzar un destino incierto en el exilio. Cuando lanzan cócteles molotovs contra Casas del Pueblo o cuando pegan un tiro en la nuca a su odiado enemigo de Euskadi, una placentera visión acude a su cabeza. Ellos son los gudaris, los patriotas, son los palestinos de Euskalherria, ante el tanque del Estado español. Se abrazan al delirio como un yonqui a la jeringuilla. Porque si ellos no son inocentes… ¿entonces?.Pero la realidad es tozuda. En Euskadi no hay un pueblo oprimido, ni el Pais Vasco es un campo de concentración, ni sus habitantes viven bajo la amenaza de las bombas sionistas, ni han tenido que sufrir un éxodo de miles… ¿o sí?. Quizá en el fondo de su torcida y abominable visión, los De Juana Chaos… tienen razón. Quizá al final los vascos –sobretodo los que se niegan a ser nacionalistas- sean los rehenes de un régimen que los oprime y que los veja, y de una banda de camisas pardas que los aterroriza. Quizá si haya una diáspora vasca -200.000 personas- que han tenido que salir en los últimos años de una de las comunidades más prósperas de España, hartos de vivir con miedo, en el centro de una diana. Quizá si haya, después de todo palestinos oprimidos y sionistas opresores en Euskalherría.Pero… ¿Quiénes son los sionistas de Euskadi?. ¿Quiénes los palestinos?. Quizá ustedes no sepan que Teodor Herzl y Goebbels bebieron de la misma fuente podrida: el nacionalismo étnico alemán. “Todo pueblo posee un volkgeist -un espíritu, una esencia eterna e indestructible-, que reside en su lengua, en su folklore, y que no ha de ser contaminada por el contacto con otras. Ese pueblo ha de dotarse de una nación, de un territorio”. ¿No les suena?.

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