Clinton decidida a acabar con la piraterí­a en el Cuerno de África

¿Quiénes son los piratas del siglo XXI?

«Puede que estemos tratando con un crimen del siglo XVII pero necesitamos abordarlo con medios del siglo XXI», ha dicho la secretaria de estado norteamericana, Hillary Clinton, para referirse a la piraterí­a que asola el golfo de Adén, en la entrada del Mar Rojo. No es un problema simplemente de delincuencia mayúscula, sino geostratégico para EEUU: ingentes cantidades de mercancí­as -entre ellas el 30% del petróleo que va al mercado europeo- atraviesa esa zona cada año.

Numerosos buques de guerra de muchas naciones atrullan esas aguas, pero se trata de un área demasiado extensa para que puedan garantizar la seguridad de los alrededor de 20.000 barcos que cruzan el golfo de Adén cada año. Además, las últimas acciones de las armadas internacionales han envalentonado a los piratas somalíes, que ya se aventuran en aguas muy alejadas de la costa.El problema va a más, y tiene ya una dimensión muy preocupante. Los incidentes relacionados con la piratería en el Golfo de Adén el año pasado llegan a 293, un 11% más que en 2007. En la actualidad hay 19 barcos y casi 300 marineros secuestrados en la zona. Una ruta alternativa, que bordeara Sudáfrica, tardaría tres semanas más en llegar a los puertos occidentales, multiplicando los costes. La secretaria de Estado ha sugerido que la solución a este problema no puede ser exclusivamente militar, sino que ha de abordarse de forma multilateral Clinton remarcó la importancia de localizar y bloquear las cuentas que utilizan los piratas. Es preciso "eliminar los resultados financieros que obtienen como resultado de su acción", así como "no hacer concesiones o pagar rescates", dijo la secretaria de Estado. También insistió en actuar contra las bases operativas de los delincuentes: "nuestro enviado trabajará con otras partes para ayudar a los somalíes a acabar con las bases de los piratas y desincentivar a los jóvenes de Somalia para que no se unan a los piratas". Clinton anunció que Washington también enviará un enviado especial a la reunión de donantes promovida por Naciones Unidas para el 23 abril en Bruselas, con el objetivo de mejorar las gravísimas condiciones económicas de Somalia. Y ciertamente Somalia –si es que aún se puede decir que exista una nación con tal nombre- es una de los estados fallidos más caóticos y convulsos del planeta. El país, satélite soviético durante la Guerra Fría, se hundió en los infiernos de la guerra civil cuando Moscú implosionó en 1990. Durante dos décadas, los señores de la guerra, respaldados por uno u otro centro de poder mundial, han desangrado el país en un conflicto permanente. La miseria y la pobreza extrema, unida a la secularización de la violencia extrema, empujan a grandes capas de la población a la piratería. El imperialismo ha creado uno de sus infiernos más hondos en el Cuerno de África.Ahora se postulan como pacificadores y generosos donantes para traer la prosperidad al país. El marido de la secretaria de Estado, envió tropas de asalto a Mogadiscio en 1993, para defender los intereses norteamericanos y derriba a los señores de la guerra enemigos. ¿No tienen nada que ver los principales explotadores y opresores del planeta con el infierno de Somalia?.

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