Sanidad, crisis

¿Quién toca techo?

«Los sistemas sanitarios, sobre todo occidentales, han llegado a un techo y están pidiendo una reorientación importante; se han desarrollado mucho y se consume mucho más en sanidad pero el impacto sobre la salud de los ciudadanos no mejora y, de hecho, hay ya impactos negativos»

Son alabras del presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), Andreu Segura durante el congreso que su organización ha celebrado en Sevilla y que ha reunido 1.300 profesionales sanitarios. Junto a la consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, ha abogado por que las administraciones y la sociedad promuevan y asuman hábitos saludables de vida. ¿Por fín estamos ante un cambio de rumbo de los gestores de la sanidad pública? ¿Una orientación preventiva? ¿El desenganche de las farmacéuticas?No. Se trata de una simple reducción de gastos, como el que se hace una liposucción siendo feo. Adelgaza, pero sigue siendo feo. En la opinión de estos expertos la sanidad pública "promueve el consumismo y una utilización inadecuada de los servicios sanitarios" cuyo abuso genera "efectos adversos que ya son un problema en países ricos". Según ellos, no hay que “demandar más consumo del servicio sanitario tradicional”, el desarrollo sanitario no pasa ya por su mejora tecnológica ni por su incremento, sino porque todos nos responsabilicemos de la salud adquiriendo hábitos saludables que nos den cantidad y calidad de vida y no nos hagan ir al médico. Pero, ¿van a crear talleres de nutrición y salud en los barrios? ¿van a dar conciencia de quién ha promovido el despilfarro de los fondos sanitarios? ¿quién se ha enriquecido con el gasto farmacéutico descontrolado? ¿acaso le van a poner multas a Nestlé por cada producto que vendan que aumente el colesterol? Porque si no piden hacer eso, ¿cómo vamos a creer a “los expertos”?Lo que proponen es que habrá que apretarse el cinturón porque, aparte de la crisis, vienen curvas en los recortes a la atención sanitaria, en la línea de cuando el PP editó el primer “medicamentazo”: con agua y ejercicio se arregla todo. Que ahora digan que "por muchos médicos que se distribuyan por el territorio, si los ciudadanos no ponen en marcha mecanismos de vida saludable va a seguir habiendo enfermedad y problemas de salud", tiene delito, cuando en las consultas de primaria se siguen visitando en menos de cinco minutos a los enfermos, cuando las listas de espera siguen siendo sangrantes, maquilladas por cada gobierno regional, y cuando la reducción de personal y camas es la norma.Eso sí, los representantes de la sanidad privada ya están viendo como asociarse en España para aprovechar el vacío. Ellos sí invertirán en tecnología para crear consumismo sanitario.

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