Crisis e innovación

¿Quién se opone a salir de la crisis?

En su informe Anual, el Banco de España afirma que la crisis dificultará la inversión del 2 por ciento del PIB para Investigación y Desarrollo (I+D), requisito del Ministerio de Ciencia e Innovación de acuerdo a los pactos alcanzados en Europa hace 9 años, lo cuál significará a medio y largo plazo una progresiva pérdida de riqueza que se sumará a la que domina la economí­a española a pesar de las medidas del gobierno.

Difícilmente medidas que redundan en crear emleo en la construcción y los servicios puede aumentar la riqueza. Es más, difícilmente se puede crear riqueza si se mantienen los niveles actuales de gastos corrientes del Estado (cuya principal partida son los gastos de personal) en detrimento de la Investigación y Desarrollo. Afirma el Informe que "las empresas y las Administraciones Públicas pueden verse constreñidas a recortar en mayor medida los gastos en I+D que otros gastos corrientes a la vez que el aumento de las primas de riesgo y el endurecimiento de las condiciones crediticias pueden frenar los proyectos de inversión potencialmente más beneficiosos para el crecimiento de la productividad, que son los que, en general, llevan asociados más riesgo".Uno de los argumentos que esgrime el Informe Anual de 2008 del Banco de España para justificar el aumento del peso del gasto público en el producto interior bruto (1,7 puntos) es la elevada inercia que ha experimentado el gasto en Sanidad. Es, junto con la inversión en Educación, la partida que plantea, según se explica en el documento, "una parte muy relevante del consumo público, así como el aumento de la remuneración de los empleados públicos que, con una elevada deriva salarial en los últimos años, alcanzó el 9 por ciento el ejercicio pasado".Sin embargo, en Barcelona se ha realizado una cumbre mundial sobre innovación y tecnología que ha reunido a emprendedores e inversores para impulsar proyectos empresariales estratégicos. Dividido en tres grandes áreas (telecomunicaciones, energías alternativas, limpias y renovables y salud y biotecnología), trata de poner encima de la mesa el papel de la biotecnología, y sobre todo aquella orientada a la salud, como un motor para contribuir a que el país supere la crisis actual. Ha puesto sobre la mesa la importancia que tienen el sector de la salud y, sobre todo, el biotecnológico, como "uno de los sectores tractores de la innovación mundial”. Con la crisis, la biotecnología se ha convertido en un valor refugio. Si hace unos años las inversiones corrían al sector inmobiliario en detrimento del biotecnológico, ahora el flujo se ha invertido. Y eso que, siguiendo el criterio del Banco de España, es un sector que encierra un elevado riesgo puesto que no se ven beneficios inmediatos sino que a medio plazo obtienen el valor creciente de la inversión. En Cataluña, el sector biotecnológico "es el que está creciendo más rápidamente y el más emergente". España en su conjunto tiene las capacidades para jugar un papel de vanguardia en este terreno, terreno que tiene un alto valor añadido y que tiene una demanda mundial (no seríamos rehenes de las necesidades de los mercados del primer mundo), aunque parece que los centros de decisión principales del país no lo ven. Seguramente porque no tienen el proyecto de que lo seamos.

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