Deuda Oviedo

¿Quién paga la deuda?

Agustín Iglesias, concejal de economía del Ayuntamiento de Oviedo, ha reconocido úblicamente la deuda que sitúa a este consistorio en el octavo lugar del ranking de deuda local entre los 8.000 ayuntamientos de toda España. El concejal contabiliza la deuda en 10,5 millones de euros aunque para que las cuentas se salden igualando los ingresos a los gastos la suma daría un total de 14 millones de euros.Iglesias anunció también un plan de reajuste del presupuesto paran saldar las cuentas y llamó a la tranquilidad ciudadana comprometiéndose a que dicho plan no se basará en grabar aún más los impuestos. Pero esta declaración no convenció a la oposición socialista, que señalaba cómo la subida de impuestos ya es una realidad, puesto que mientras el IPC ha subido un 0,1% los impuestos han registrado ya una subida del 4,9%.El afán recaudatorio está en marcha en todos los ayuntamientos españoles. El despilfarro en la época de bonanza económica junto con la crisis que disminuye los ingresos recaudados en 31 millones de euros menos. Centrar la economía tanto en su desarrollo como en la recaudación de impuestos en la construcción como la gallina de los huevos de oro es una equivocación que Zapatero ahonda aún más centrando su plan anticrisis en obras urbanas. Un gasto que todos pagamos y pagaremos en recortes y afán recaudatorio. No les queda otra de esta forma, que reconocer la deuda contraída, que junto con la subida desmesurada de impuestos y el ritmo de destrucción de empleo que tiene Oviedo, ponen en una situación a los ciudadanos que se antagoniza por momentos. Una situación en la que muchas familias se quedan sin ingreso alguno, otras tienen algún miembro en el paro y quién conserva su empleo cruza los dedos por quedarse como está, a su vez, los impuestos suben y las empresas cierran, mientras los políticos se empeñan en lanzar el clima de opinión de que la situación no va tan mal, las familias sufren en sus carnes los desmanes de una crisis en la que no hay voluntad política por presentar un plan que redistribuya y ahorre para invertir en crear riqueza productiva y empleo en beneficio de todos.Claro que hace falta un plan de ahorro en cada ayuntamiento, y en el de Oviedo apremia, pero no puede ser que los planes se modifiquen y engorden una vez aprobados. Planes cerrados que partan del ahorro en gastos supérfluos para la inversión. Lo que es de vergüenza es que por encima de todo esto, el Gobierno apruebe que se utilice parte de la partida destinada a la inversión para financiar más obras.

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