Por una polí­tica de redistribución fiscal

Quien no tiene paga, quien tiene no paga

El sindicato independiente de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) acaba de hacer público un informe donde pone el dedo en la llaga de uno de los principales obstáculos para una salida a la crisis favorable a los intereses de la mayorí­a. Son las grandes fortunas y las grandes empresas instaladas en España las que concentran el 71,8% del fraude fiscal total, lo que supone una pérdida de recaudación para el Estado de más de 42.000 millones de euros anuales.

En el informe ‘La desigualdad en crisis: hombre rico, hombre pobre’, presentado en su XIII Congreso Anual, los técnicos de Hacienda reclaman una reorganización de la Agencia Estatal Tributaria para que se dedique más esfuerzo a perseguir el fraude de las multinacionales y grandes compañías del país, denunciando cómo en la actualidad el 80% de los recursos de la Agencia están dedicados a investigar a autónomos, pymes y trabajadores asalariados.Además de exigir medidas y medios para la persecución del fraude fiscal, GESTHA pide la puesta en marcha de un Impuesto sobre la Riqueza de carácter estatal, lo que, según su presidente, Carlos Cruzado, “serviría para evitar la aplicación de nuevos recortes, con los que sólo se añade más presión sobre la economía de las clases medias y trabajadoras”. Quien no tiene paga, quien tiene no pagaSi sumamos el IRPF, impuesto que procede de las rentas salariales, el IVA, un impuesto al consumo que grava los mismo a jubilados con pensiones de miseria y banqueros con rentas millonarias, y los Impuestos Especiales (donde ocurre lo mismo), tenemos que bastante más del 80% de las cargas fiscales en España salen, directa o indirectamente, del bolsillo de los trabajadores. A pesar de que las rentas salariales sólo reciben un 46% del PIB. «¿Por qué tenemos que aguantar indignantes privilegios fiscales para los que más tienen?» Por el contrario, las grandes fortunas tienen la capacidad de acogerse a un sinnúmero de beneficios y desgravaciones fiscales. Llegando al extremo que los fondos de inversión o SICAV, al que sólo tienen acceso grandes fortunas como los Botín, las Koplowitz, los Amancio Ortega, los Ybarra, los Entrecanales, los Del Pino, los March, los Florentino Pérez, etc, tributan un miserable 1% por los beneficios que obtienen de sus multimillonarias inversiones. Uno de los últimos informes conocido sobre la riqueza mundial asegura que existen más de 1.500 españoles que ganaron al menos 22 millones de euros el año 2011. Pero, según las cuentas de la Agencia Tributaria Española de ese mismo año, sólo 65 contribuyentes en nuestro país declaran disfrutar de tal nivel de renta. ¿Dónde están las fortunas de los otros 1.435? ¿Dónde sus impuestos?Según la misma Agencia Tributaria, el fraude fiscal en España alcanza el 10% del PIB, es decir, más de 100.000 millones de euros cada año defraudados, y se concentra en los grupos más ricos de la población. La percepción popular de que «los ricos no pagan impuestos» se corresponde a la realidad. De acuerdo a los organismos internacionales especializados en transparencia fiscal, en 2010 las mayores fortunas y las grandes empresas españolas tenían no menos de 140.000 millones de euros ocultos en los paraísos fiscales. El 80% de los grandes bancos y monopolios del Ibex 35 poseen filiales en alguno de estos paraísos.Por una reforma fiscal progresiva¿Por qué tenemos que aguantar estos indignantes privilegios fiscales para los que más tienen, mientras a los demás nos aplican drásticos recortes y subidas de impuestos?«El fraude fiscal en España alcanza 100.000 millones de euros cada año, y se concentra en los grupos más ricos de la población» Solo con aplicar el tipo máximo actual del IRPF al 10% de la población más rico, Hacienda recaudaría cada año miles de millones de euros más. A los que habría que sumar el dinero procedente de la eliminación del fraude fiscal, la persecución del dinero oculto en los paraísos fiscales y la eliminación de todas las ayudas y subvenciones encubiertas a monopolios y multinacionales. Estamos hablando, como dicen los técnicos de Hacienda, de al menos 42.000 millones de euros que el Estado tendría de más cada año.Una cantidad de dinero más que suficiente para subir, en vez de congelar y recortar, unas pensiones que en nuestro país se sitúan entre las más bajas de Europa hasta que todas alcancen en el plazo de 5 años los 1.000 euros mensuales. Para rebajar, en vez de aumentar, el IVA que grava el consumo y castiga sobre todo a las clases populares. Y para ampliar las inversiones públicas en sanidad y educación –en vez de recortarlos– hasta equipararlas, en % del PIB, a las que disfrutan los países de la UE con niveles de renta similares al nuestro. ¿Quién ha dicho que no hay alternativa a sus recortes, ajustes y rebajas? ¡Claro que sí, claro que podemos acabar con el paro y salir de la crisis en beneficio de la mayoría con una política de redistribución de la riqueza! Que la escala impositiva arranque, por debajo, con el 0% de impuestos para quien dispone de menores rentas, potenciando de esta manera el ahorro de las economías más modestas. Que por arriba, las grandes fortunas tengan un nivel impositivo de hasta el 75%. Quien más tiene, que pague más. Quien más se ha llevado en todos estos años de crecimiento, que ahora devuelva más en forma de pago de impuestos. Con un sistema impositivo así, desaparecería de un plumazo cualquier problema relacionado con la deuda pública española. De Botines y multinacionalesDice el refrán que para muestra vale un botón. De la misma forma, para comprender la realidad profundamente injusta y regresiva del actual sistema impositivo español bastará solo con traer dos ejemplos, pero a cual más significativo. «Las multinacionales presentes en España han dejado de ingresar 10.000 millones de euros cada año en impuestos» Al hermano de Emilio Botín, Jaime, mayor accionista de Bankinter y miembro del clan oligárquico más poderoso de España, la declaración de la renta personal de 2009 le salió… a devolver. Pero esto en realidad es sólo el “chocolate del loro”. Porque la fuga del empleado del banco británico HSBC, Hervé Falciani, con un paquete informático desveló que la familia Botín poseía una fortuna de 2.000 millones de euros no declarada a Hacienda en dicho banco. A lo largo de décadas los Botín habían ido sacando subrepticiamente de España y acumulando en Suiza una fortuna de cerca de 350.000 millones de las antiguas pesetas sin pagar un euro de impuestos. ¿Los ha visto usted encausados, enjuiciados o perseguidos? Nada de eso. Como corresponde al trato entre caballeros, Hacienda llegó rápidamente a un acuerdo con ellos. Pagaron a Hacienda un 10% a cuenta de los impuestos defraudados durante 70 años. Y aquí paz y después gloria.Una de las últimas reformas del Impuesto sobre Sociedades, aprobada por Zapatero, redujo la base imponible a las empresas, permitiéndoles deducir de sus impuestos los gastos financieros. Como consecuencia, se calcula que las multinacionales presentes en España han dejado de ingresar 10.000 millones de euros cada año en impuestos. Simplemente han trasladado y concentrado las deudas financieras que contraen en otros países, donde no se les permite hacer lo mismo, a sus filiales españolas.Pero ni este es el único método, ni Zapatero es el único que ha hecho de España un semi-paraíso fiscal para las multinacionales. En febrero de 2011, el diario El País denunciaba como Exxon Mobil, “la mayor empresa del mundo utiliza España como paraíso fiscal” para no pagar impuestos. Al igual que otras como Google, Hewlett Packard, American Express, General Mills o Eli Lilly utilizan una figura jurídica creada expresamente para ellas durante el segundo mandato de Aznar, las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros o ETVE, para pagar hasta un miserable 2,4% de impuestos sobre sus beneficios.

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