El Proyecto Genoma Neandertal ha concluido que entre un 1% y un 4% de los genes de los actuales euroasíaticos fueron aportados por el Hombre de Neandertal. ¿Somos un poco neandertales, o existe una ruptura insalvable entre estos y el Homo sapiens sapiens? ¿Descifrar el genoma, tal y como plantean este nuevo estudio, nos permite «empezar por fin a construir una definición objetiva de lo que significa ser humano»… o los atributos que caracterizan la humanidad no sólo están en los genes?
El análisis del genoma comleto de los restos fósiles de varios neandertales, ha permitido a un equipo de investigadores dirigido por el experto en ADN fósil Svante Pääbo -y en el que han participado investigadores españoles- concluir que hubo apareamiento entre Homo sapiens y neandertales y que, de hecho, los euroasíaticos conservamos entre el 1% y el 4% de aquellos ancestros.Las conclusiones de este estudio expanden su influencia hacia tres de las principales controversias sobre el origen de la humandiad. La primera de ellas nos lleva hasta el continente negro, la cuna de la humanidad. Todos somos hijos de AfricaDos son los modelos que se han planteado tradicionalmente para explicar el origen de la humanidad. El primero, llamado “Out of Africa”, postula que el origen de nuestra especie está únicamente en Africa, expandiéndose al resto de continentes donde sustituyó, sin cruzamientos, a las otras especies arcaicas de Homo. La segunda, llamada “hipótesis multirregional”, defiende una evolución local en cada continente hacia el Homo sapiens sapiens.Los resultados del Proyecto Genoma Neandertal han reavivado la vieja discusión entre estas dos hipótesis. Pero, en realidad, este nuevo estudio no hace sino confirmar -aún con modificaciones- que todos los humanos somos hijos del Africa negra.Tal y como explica Pääbo, “los neandertales son más parecidos a los humanos de otros continentes diferentes de Africa que a los africanos. Esto indica que la hibridación se produjo después de que el Homo sapiens empezara a salir de Africa”.¿Qué importancia tiene optar por una u otra hipótesis?Aunque el modelo “Out of Africa” es hoy el dominante, el debate no está cerrado, y a muchos les ha costado demasiado digerir que todos tenemos un ancestro negro.Algunos de los instigadores de la “hipótesis multirregional” se han deslizado peligrosamente por el camino del etnicismo. El investigador alemán Franz Weidenreich, teorizó que la evolución hacia la humanidad era el destino de varios linajes humanos, que evolucionarios desde el principio hasta constituir las diferentes razas. Llegando a afirmar que los aborígenes austrialianos todavía no habían concluido la evolución desde el Homo erectus al Homo sapiens.Pero la realidad es que todos somos hijos de Africa.El continente negro ha bombeado permentenemente especies. Allí es donde surgieron los primeros homínidos, para más tarde, hace unos dos millones de años, salir hacia Europa y Asia.Y la investigación genética nos ha ofrecido un fascinante hallazgo en la figura de la “Eva Negra”. A través del estudio del ADN mitocondrial, que se transmite sólo por vía materna, podemos afirmar que toda la humanidad procede de una única mujer africana que vivió hace 200.000 años.Frente a otras especies, la humanidad presenta un sorprendente grado de homogeneidad genética, ya que todos procedemos de una pequeña población de Homo sapiens africana que, a través de diferentes migraciones, fue extendiéndose por el conjunto del planeta.Una realidad científica que supone un golpe frontal a cualquier concepción etnicista o racista. En definitiva, todos somos hijos de Africa, todos tenemos un ancestro negro. La evolución hacia la humanidad Uno se divide en dosLa relación entre el Neandertal y el Homo sapiens sapiens quiebra una de las más arraigadas concepciones sobre la evolución humana. Contrariamente a lo que se había pensado hasta hace relativamente poco tiempo, el Neandertal no es uno de nuestros ancestros, sino una línea lateral en la evolución que se extinguió sin dejar descendencia. Por eso apenas poseemos -en el caso de confirmarse- un 1% de genes procedentes de ellos.La evolución humana no es una progresión lineal, donde una especie más primitiva da lugar a otra más moderna, en un único camino que culmina en nuestra especie. Sino un árbol con muchas ramas, algunas de ellas convertidas en un callejón sin salida.No se trata de una evolución líneal, sino mucho más compleja, donde una especie se divide en dos, que emprenden cada una de ellas caminos separados.Neandertal y Sapiens sapiens, poseemos un antepadado común, el Homo antecessor, separándose ambas vías hace un millón de años -la que va desde el Homo Heidebelgrensis al Neandertal, y la que camina desde el Homo Roedhesiensis hasta el Sapiens Sapiens-.Toda el camino de la evolución ha seguido este mismo esquema: uno se divide en dos. No procedemos directamente de los simios, como se refleja en los popularizados dibujos, sino que poseemos con ellos un antepasado común, del que se separaron primero los gorilas y luego, hace entre unos 5 y 7 millones de años, los chimpances y los homínidos. Somos sociales, somos humanosPara los directores del Proyecto Genoma Neandertal, éste no sólo va a servir para conocer como era esta rama lateral de Homo extinguida, sino sobre todo para saber qué nos hace humanos. En los 83 genes -de más de 23.000- diferentes funcionalmente entre los humanos modernos y los neandertales estaría la clave de la diferencia.¿Es esto así? ¿Podemos explicarnos, sólo por los genes, por qué el neandertal se extinguió mientras el Sapiens sapiens se convirtió en el hombre moderno?Las investigaciones de Atapuerca han dado un vuelco a las concepciones dominantes de la extinción de los neandeandertales.Hasta hace relativamente poco tiempo, se les consideraba seres brutales condenados a desaparecer ante el empuje de un hombre moderno dotado de inteligencia. Pero los investigadores han demostrado que los neandertales eran mucho más modernos de lo que se pensaba.Aunque su grado de encefalización en comparación con el peso total de su cuerpo era menor que el nuestro, poseían un voluminoso cerebro de 1,5 kg. Disponían de una variedad de útiles de piedra (la industria llamada Musteriense), usaban el fuego sistemáticamente, cuidaban de sus ancianos e impedidos y enterraban a sus muertos.Los neandertales eran también, por decirlo de forma sencilla, “humanos inteligentes”, que incluso habían alcanzado la capacidad de cierto modo de lenguaje.Los neandertales eran además más fuertes y corpulentos que los Sapiens sapiens, cuya capacidad física era una tercera parte inferior. ¿Por qué entonces la nueva especie llegada de Africa se impuso a los neandertales?Las más modernas investigaciones, donde el equipo de Atapuerca ha jugado un papel fundamental, nos llevan a la revolucionaria conclusión de que los neandertales apostaron por la fortaleza del individuo, en lugar de por la fuerza del grupo. Sucumbieron a causa de su peor organización social, en comparación con la especie competidora de Homo, es decir nosotros, los humanos modernos.Los neandertales se extinguieron porque se vieron relegados a las zonas menos ricas en recursos, ya que las mejores fueron ocupadas por los nuevos pobladores que traían una tecnología mucho más efectiva y una organización social más cohesionada.Los Homo sapiens sapiens de origen africano traían una nueva industria lítica, el auriñaciense, superior al musteriense propio de los neandertales. Este salto productivo traía aparejado una más eficaz división organización del trabajo, una mayor especialización, y, en definitiva una organización social más elevada. Esta fue la ventaja clave que permitió a los Sapiens sapiens africanos explotar más eficazmente el terreno y los recursos, relegando a los neandertales a una marginalidad que culminó en su extinción.Este camino no estaba “escrito en los genes”, no podía preverse por las diferencias en el desarrollo del cerebro… No está en la biologia, sino en un factor social.El hombre es un ser social por naturaleza, hasta el punto que este es el elemento clave que ha determinado la especie de Homo que hoy constituye el hombre moderno.Esta es una historia que acompaña a la evolución del genero Homo, el nuestro, desde su misma aparición.El gran salto en el grado de encefalización -desarrollo del cerebro- se produce con la aparición del Homo habilis, que, como su propio nombre indica, esta ligado a la aparición de instrumentos de piedra fabricados conscientemente.Chimpancés y gorilas son capacies de utilizar objetos naturales sin transformar para conseguir alimentos. Por ejemplo, utilizan un palo para capturar termitas y orugas dentro de los troncos de los árboles. Pero son incapaces de fabricar nada. Este es el elemento determinante que surge con la misma aparición del genero Homo: una industria de instrumentos fabricados conscientemente para transformar la naturaleza. Al principio muy rudimentarios -choppers o bifaces de piedra-, pero siempre en continua evolución y desarrollo.Este no es un hecho determinado por la selección natural biológica, ni por la dotación genética. Evidentemente es necesario un cierto grado de desarrollo cerebral, y una determinada destreza con las manos.Según las últimas investigaciones, en el proceso de “sapientización” el principal factor de desarrollo fueron las presiones selectivas sobre el incremento de la capacidad cultural, expresada en la inteligencia y la competencia lingüística. Un proceso eminentemente social.Interviniendo diferentes factores como la tecnología de la caza, el dominio del fuego, la aparición del lenguaje.El desarrollo de la caza entra en el ámbito de la existencia social: organización jerárquica del grupo de cazadores, división del trabajo: ojeadores, rastreadores..etc., división social del trabajo: papeles masculino-femenino, establecimiento de especiales e intensos lazos entre los miembros del grupo…La aparición del lenguaje tiene, evidentemente una base fisiológica, pero es sobre todo futuro de la creciente complejidad de la organización social (caza, distribución, transporte…), que impulsa el establecimiento de sistemas de comunicación, que a su ves permiten la aparición de formas superiores del psiquismo humano.Existe, pues, un elemento social que esta presente desde la mismo nacimiento de la humanidad. Actuando como el principal motor -sobre la base de los inevitables condicionantes físicos y biológicos- para que hoy los humanos seamos como somos.