Encuestas: el 54% apoyarí­a una Huelga General

¿Qué hacer?

No hay encuesta que no refleje un estado de auténtica indignación entre la población por la anunciada reforma de las pensiones y, en consecuencia, la creciente disposición entre los trabajadores a una movilización que desemboque en una Huelga General. Incluso los diferentes foros de Internet rebosan de llamadas a la HG.

Pero la canalización de esta indignación ara dar una respuesta que obligue a retirar el plan de ajuste duro depende, en primer lugar, de que dar una alternativa, un programa que permita agrupar al conjunto de los trabajadores en torno a un ¡Sí se puede!, hay alternativa y otro camino para salir de la crisis creando riqueza y empleo y sin recortes sociales.Un programa que, como propusimos en las elecciones europeas de marzo pasado, centre el problema de las dependencias exteriores (especialmente la dependencia financiera) que lastran la economía y el desarrollo de nuestro país.Un programa que de respuesta a todas y cada una de las medidas de su plan de ajuste: redistribución salarial –nadie menos de 1.000 euros y nadie por encima de 10.000-, frente a recorte de los salarios; pensión mínima de 1.000 euros, frente al recorte de las pensiones; reducción de un 20% de los gastos superfluos y el derroche de las Administraciones para destinar ese dinero a la inversión productiva, frente al aumento de la deuda pública para el plan de rescate bancario; etc.Y, en segundo lugar, de comenzar a articular una movilización que desemboque en una respuesta en la calle contundente, tal y como las Huelgas Generales que llevaron a derrotar las reformas antiobreras y antipopulares de Felipe González (HG del 14-D de 1988) y Aznar (HG de Junio de 2002 contra el “decretazo”).Los dirigentes de las dos grandes centrales sindicales, CCOO y UGT, hasta ahora han actuado como “colaboradores necesarios” de Zapatero para imponer las recetas del proyecto de Botín, y ahora, ante la envergadura del ajuste en las pensiones y la reforma laboral, vacilan entre tomar la posición que tomó Nicolás Redondo frente a Felipe González o seguir la estela de Zapatero. Las bases sindicales, obreras y populares, que les desbordaron ya en la movilización del pasado 12 de diciembre en Madrid, están cada vez más por seguir la estela de las HG de 1988 y 2002 y cada día que pase será más difícil detenerlas si los sectores más conscientes del movimiento obrero y popular trabajamos para ello.

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