El Observatorio

¿Qué es robar un banco comparado con fundarlo?

¿Por qué seguimos aceptando la realidad al revés? ¿Por qué consideramos normal dejarle la custodia de nuestro dinero al banco por una remuneración de céntimos al año, mientras él lo presta (o incluso nos lo presta a nosotros mismos) a intereses del 5 o del 10%, ganando con ello millones de euros? ¿Por qué nosotros tenemos que hacer una cola de una hora en un banco para ingresar nuestro dinero y no le cobramos nada, y ellos por hacer una transacción electrónica que dura un segundo nos cobran 10 ó 20 euros? ¿Por qué si nosotros no podemos pagar la hipoteca el banco nos embarga la casa y si ellos tienen problemas de pago el Estado acude presto en su rescate con dinero público, es decir, con el dinero de todos?

El sistema bancario es sin duda el mayor negocio del caitalismo. Y el más limpio. No necesita producir nada, ni fabricar nada, ni mancharse las manos de grasa, ni trabajos extenuantes. No consume los recursos naturales del planeta, ni lo contamina ni lo degrada. Consiste simplemente en que usted, yo y los demás estemos plenamente convencidos de que nuestro dinero está mejor y más seguro en el banco y, a partir de ese momento, poner en marcha el viejo mecanismo de la usura, eso sí, a estas alturas, convertido en un sofisticado y tecnificado engranaje al que miramos ya como si fuera el más natural y lógico de los fenómenos e incluso como una de las mayores maravillas del universo.Si usted le prestara a su vecino cien euros un día, sin pedirle nada por ello, más que cuando pueda se los devuelva, y al poco tiempo, por una necesidad imperiosa, usted le pidiera prestados 500, y él le dijera que bien, pero que le tendrá que devolver 600, ¿cómo llamaría a ese vecino? Como lo que es, un aprovechado y un usurero, un avaro y un ladrón. El banco hace esto todos los días. ¿Por qué entonces se le trata como una de las instituciones más venerables de la sociedad y como la primera que hay que hay que salvar en caso de crisis?Todavía no he leído en España una sola opinión (fuera de este periódico) que ponga en cuestión que lo prioritario en esta crisis sea rescatar el sistema bancario. Ni la izquierda ni la derecha, ni los nacionalistas conservadores ni los radicales, ni los empresarios ni los sindicatos, ni los medios de comunicación de uno u otro signo: nadie. Hasta tal punto se ha llegado a aceptar que lo primero y lo más necesario son los bancos, que el país entero parece dispuesto a vivir una hecatombe económica e incluso a hipotecar la vida de sus hijos y de sus nietos, con tal de que los bancos salgan a flote.Y es que los bancos no tiene ya sólo nuestro dinero, todo nuestro dinero. Gracias a él tienen también el poder. No sólo el poder económico, sino prácticamente todos los poderes. Tienen el poder del Estado, controlan al gobierno, dominan la judicatura y, en última instancia, también los medios de comunicación. Además, en un país como España, con un capitalismo aún bastante raquítico, dominan prácticamente todo el entramado

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