¿Qué dice Jean-Luc Mélenchon?

Francia Insumisa se convierte en el principal referente de la izquierda francesa

Jean-Luc Mélenchon no es un recién llegado a la política. Formó parte del ala izquierda del Partido Socialista Francés -ocupando una cartera ministerial con Lionel Jospin- hasta 2008. Tras su ruptura con el PS, Mélenchon creó el Partido de Izquierda (PG), que luego se uniría en coalición con el Partido Comunista Francés, Izquierda Unitaria y otras fuerzas para formar la plataforma Francia Insumisa que ha subido como la espuma en los últimos meses. ¿Cuál es su ideario?

En su programa electoral destaca la puesta en marcha de una Asamblea Constituyente para una VI República francesa. En la línea de la redistribución de la riqueza, exigen la derogación inmediata de la reforma laboral de Hollande -así como el rechazo frontal a tratados como el CETA o cualquier “sustituto” del TTIP- y la creación de un marco laboral favorable a los trabajadores, así como la subida general de salarios y pensiones. También abogan la implantación de medidas de planificación ecológica, de protección del medioambiente y los derechos de los consumidores frente al dictado de los monopolios. En el terreno de la ampliación de la democracia defienden el derecho de revocación de cualquier cargo público o la obligatoriedad de referéndums para las cuestiones importantes.

Todo esto, aunque transformador y progresista, podría ser asimilable por la burguesía monopolista gala y por los centros de poder europeos y norteamericanos. Pero es en su posicionamiento internacional donde la Francia Insumisa se les indigesta.

Mélenchon exige una profunda revisión de los tratados vigentes en la UE, y propone renegociarlos exhaustivamente. Si el socio alemán rehusara tal renegociación, Francia debe abandonar la UE. FI llama a «desembarazarse de la camisa de fuerza» de la Europa alemana «para cambiar la matriz productiva de Francia»; a romper con unos tratados europeos que sólo han traído pobreza, precariedad y privilegios para los ricos y multimillonarios, a acabar con «la bota de hierro de las “troikas” financieras” y el diktat alemán “que han saqueado a países enteros, como Grecia».

Pero además, Mélenchón -tildado por la derecha gala “el Chávez francés”- no cesa de dirigir sus soflamas contra Washington y la OTAN. Propone una alianza estratégica de Francia con los países del frente antihegemonista latinoamericano, incluso adhiriéndo a París al ALBA y ha denunciado con vehemencia las maniobras norteamericanas para derribar -mediante golpes blandos- a los gobiernos progresistas de América Latina. Además se opone frontalmente a la participación de Francia en ninguna aventura militar norteamericana en Oriente Medio o África, y ha denunciado los últimos bombardeos de Trump en Siria. Mélenchon defiende la salida «cuanto más rápido mejor» de Francia de la OTAN, y se ha opuesto radicalmente al despliegue militar de la Alianza Atlántica en los países de Europa del Este y las tensiones que genera entre Occidente y Moscú.

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