Cargando...http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MID-03-130913.html
Cuando Kathleen T. McFarland, habitual analista de seguridad nacional de Fox News que desempeñó cargos de seguridad nacional en los gobiernos de Nixon, Ford y Reagan, y fue ayudante de Henry Kissinger en la Casa Blanca, escribió que «Vladimir Putin es el único que realmente merece el Premio Nobel de la Paz», obviamente tenía la crisis siria en mente.McFarland escribió el martes: «En una de las maniobras diplomáticas más hábiles de todos los tiempos , el ruso Vladímir Putin ha salvado al mundo de un desastre casi seguro».Entonces pasó a narrar cómo la famosa metedura de pata del Secretario de Estado John Kerry en Londres tomó alas y “su frase convencional era recogido por Putin, convirtiéndola en una propuesta de Kerry y, finalmente, en el plan de paz de Obama…”Siguiendo con su línea de pensamiento, es fácil ver cómo cuando esta semana trascendental llegue a su fin, Putin podría asegurar por partida doble su reivindicación de un Nobel.El asunto es que un hito importante, la reunión de la cumbre anual de la Organización de Cooperación de Shanghai en Bishkek, Kirzguistán, promete convertir en un evento la programada reunión «bilateral» entre Putin y su homólogo iraní, el recién elegido Hassan Rouhani. La reunión Putin-Rouhani en Bishkek estaba programada y planificada con mucha antelación. Ambos estadistas tienen una vasta experiencia en la diplomacia internacional .Cuando termine el camino de regreso a su puesto de trabajo en la arbolada finca de Novo-Ogaryovo después de intercambiar pensamientos con Rouhani, Putin comenzará en la intimidad de sus pensamientos la coreografía de otro plan de paz: Irán .Esta será la primera reunión de Putin con el presidente iraní recién elegido. La presidencia de Rouhani ha despertado interés en todo el mundo en la medida que presagia un compromiso significativo entre EE.UU. e Irán, y Rouhani ha señalando en muchos sentidos el renovado interés de iraní en la negociación con Occidente – a través de pronunciamientos políticos, nombramientos del gabinete o con su «lenguaje corporal» de pura diplomacia. Rouhani se ha comprometido a que la reactivación de la economía iraní es su prioridad para la que necesitaría un entorno externo favorable.Lo positivo es que el gobierno de Barack Obama se da cuenta de los límites del poder militar de EE.UU. para intimidar o derrotar a Irán. Sin embargo, como en el caso de Siria, Obama vacila y no es capaz de dar el salto. Es un calco del dilema que ha enfrentado en Siria .El cansancio de la guerra entre la opinión pública estadounidense, la presión de los aliados regionales de línea dura y de los grupos de presión en los EEUU, un medio regional peligroso, la probabilidad de que un adversario tome represalias en contra de la agresión, la abrumadora opinión internacional a favor del diálogo – todos los ingredientes están ahí.Putin podría estar detectando que ya es hora de que alguien ayude a Obama a aclarar su mente – o más bien, a seguir las inclinaciones naturales de su mente.Como en el caso del plan de Rusia sobre las armas químicas de Siria, hay modelo ruso a dos a tres años vista: un enfoque gradual de Irán en respuesta a las preocupaciones de la comunidad internacional y EEUU, paso previo para intensificar el desmantelamiento del régimen de sanciones y permitir la plena integración de Irán como potencia regional.EEUU e Irán miran con recelo las intenciones del otro, y cualquier observador atento de las tres décadas enfrentamiento sienten que el lenguaje diplomático está cambiando. EEUU ya no se opone a la inclusión de Irán en las conversaciones de Ginebra 2 sobre Siria.Teherán también ha tomado una posición muy matizada sobre la cuestión de las armas químicas en Siria. Se ha mantenido en una línea delicada que, por desgracia, ignoran los astutos jeques árabes del Golfo que tienen atrapado a Obama. En una extraordinaria entrevista con Press TV el miércoles, el experto canciller iraní Mohammad Javad Zarif dijo:Creo que una serie de grupos y personas dentro de Estados Unidos, e intereses de fuera de los Estados Unidos, querían poner al presidente de los EE.UU. –squien creo que era reacio a iniciar la guerra– en una trampa, una trampa que por desgracia él mismo se puso, y que iba a involucrarlo en una guerra con el fin de abordar una cuestión hipotética del uso de armas químicas por parte del gobierno de Siria.Irán no ha tardado en expresar su apoyo sólido al plan de Rusia sobre las armas químicas de Siria.Basta con decir que la reunión de hoy en Bishkek entre los presidentes de Rusia y de Irán tiene un contexto regional. Un compromiso del régimen sirio con la administración Obama se convierte en inevitable una vez que el plan ruso se enriquezca y avance a la etapa de implementación.Por un lado, el plan ruso sólo tiene que ir de la mano con un proceso de Ginebra 2. Su aplicación va a ser un largo recorrido. Se necesitaron cuatro años para que Washington liquidara el arsenal de 100.000 productos de armas químicas en Alemania de la guerra fría. Cuando la operación se inició en 1986, se previó un plazo de seis años para su implementación.Es decir, va a ser una necesidad crítica para las estructuras estatales establecidas en Siria estar allí por un tiempo sólo para la ejecución del plan ruso. Dicho de otra manera, la agenda del «cambio de régimen» para la transición democrática queda en un segundo plano (…)Teherán, sin duda, está mirando atentamente. La firme postura de Rusia en Siria durante el período de crisis desde que EE.UU. comenzó a reunir una armada en el Mediterráneo oriental no puede dejar de impresionar a Irán, por lo que el cambio de régimen en Damasco también tiene connotaciones existenciales para ellos.Aquí es donde se verá que un renacimiento de la asociación estratégica con Rusia es un imperativo. Desde el punto de vista de Irán, la conexión rusa sería un «multiplicador de fuerza» cuando se empiece a negociar con el formato «P5 +1» (EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Rusia y China, más Alemania ) y con EE.UU. directamente.Rouhani piensa que así como su credibilidad como negociador está aumentando a los ojos de Occidente, su capacidad de negociación gana significativamente de un fortalecimiento de las relaciones entre Irán y Rusia en este momento.En este caso, se necesitan dos para bailar un tango . Mirando hacia atrás, la visita de Putin a Irán en 2007, la primera de un líder del Kremlin desde la de Joseph Stalin en 1943, había suscitado grandes esperanzas de un cambio histórico en la relación bilateral y un diseño nuev en la geopolítica del vasto espacio en que los dos países se superponen en y alrededor del «Heartland» – Asia Central y el Caspio, el Cáucaso y Oriente Medio.Pero esas esperanzas no se han cumplido. Putin abandonó el Kremlin en 2008. Durante la presidencia de Dmitry Medvedev apareció otra vez el «reset» ruso-estadounidense y la cuestión de Irán se convirtió en un tema de conversación en tiempo real entre los dos poderes, cambiando el cálculo de las relaciones ruso- iraníes.De hecho, los grupos pro – occidentales de la élite rusa ganaron ascendencia en el Kremlin. Pronto, una disputa transaccional se presentó sobre el incumplimiento del contrato para el suministro de misiles S-300 de Rusia a Irán. Rusia insistió en que actuó bajo las sanciones de la ONU, pero Teherán vio la «mano invisible» de EE.UU. e Israel. Mientras tanto, el empeoramiento constante de la situación en torno a la cuestión nuclear de Irán introdujo límites a la participación en ese país, dadas las ramificaciones internacionales .Es lógico pensar que a diferencia de Medvedev, tal vez, el propio Putin es muy consciente de que Irán es lo que los geo-estrategas norteamericanos llamarían un «Estado fundamental».Paradójicamente, la presidencia de Rouhani se acerca mucho más a las «desideologizadas perspectivas de la política exterior» de Rusia. En efecto, Rusia no ve el mundo a través de cualquier prisma ideológico «Este-Oeste». Tampoco estaba encantado con la idea de «resistencia» y «justicia» que encendió Ahmedinejad, pero que Rouhani está relegando progresivamente a un segundo plano.Es inconcebible que, al igual que la Rusia de Putin, Rouhani tampoco dejará nunca de lado los intereses nacionales como la consideración primordial en la política exterior, incluso mientras participa en cuestiones de seguridad regional .Rouhani también está comprometido con las políticas de globalización y neo-liberales en las que está Rusia, y ambos ven la innovación de la economía como el objetivo central de las políticas nacionales. La primera prioridad de Putin siempre ha sido la de trabajar para una asociación de igualdad con Occidente, y no se cansa de buscar ventanas de oportunidad. El enfoque de Rouhani, que arriba a su territorio dentro de unos días para asistir a la sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, es el mismo.En resumen, tanto Irán como Rusia están en un estado de ánimo propicio para la reactivación de su asociación estratégica. La única forma en que Obama puede detener un Nobel para Putin parece ser adelantarse al Kremlin en lanzar otro plan de paz irresistible.