“Nos gusta la estabilidad y la moderación”. Con estas palabras del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se han posicionado las dos organizaciones más importantes del país, que representan “el sentir” de los principales núcleos de la oligarquía y el capital financiero (extranjero incluido) ante la crisis que ha estallado en el PP.
Ahora mismo ya se da por hecha la defenestración del presidente del PP, Pablo Casado y su núcleo dirigente; presidente interino hasta la celebración del Congreso extraordinario los días 2 y 3 de abril. Y el cierre de filas en torno a Núñez Feijóo.
¿Pero por qué lo han tirado? ¿Quién y por qué estaba interesado en dar un puñetazo en el tablero, generando un seísmo político que ha acabado derribando a la dirección nacional de Pablo Casado?
La crisis del PP estalló cuatro días después de las elecciones en Castilla y León con un resultado pírrico para el PP y la posibilidad de que Vox acabara en el gobierno de la comunidad leonesa, primer paso para estar con el PP en un posible gobierno futuro del país.
Con Isabel Díaz Ayuso defendiendo el pacto de gobierno con la ultraderecha: “pactaría con Vox sin importar lo que diga la izquierda”. Un Casado que acababa de fracasar en su operación para tumbar la reforma laboral consensuada con la CEOE y los sindicatos, con el visto bueno de Bruselas, de la presidenta del Santander Ana Botín, y destacados núcleos estrechamente vinculados con la intervención norteamericana en nuestro país, como la FAES de Aznar. Y en un marco de máxima tensión por la crisis de Ucrania.
En estas circunstancias, ¿es admisible para los centros de poder un PP que intenta boicotear los acuerdos de Bruselas y coquetea con la posibilidad entronizar a Vox en el gobierno del país, un partido que acaba de celebrar en Madrid una cumbre de la ultraderecha europea? ¿Qué pronunciamientos llegan desde los principales núcleos oligárquicos, centros de poder europeos y norteamericanos?
Sólo partiendo de los acontecimientos que enmarcan cómo se mueve el país y la situación internacional, y en la respuesta a las dos preguntas anteriores podemos encontrar las claves de la crisis que ha abierto en canal al PP.
.
Desde octubre… hasta hoy
El caso de corrupción que implica a Ayuso y el espionaje abierto por la dirección nacional del PP vienen de lejos. En octubre de 2021 Génova convocó a Isabel Díaz Ayuso por la presunta existencia de “contratos irregulares” relacionados con su hermano y el cobro irregular de 283.000 euros de comisión por el caso de las mascarillas en lo peor de la pandemia.
Pero ha estallado ahora provocando la mayor crisis de la historia del PP, un partido clave para el régimen político en los últimos 35 años.
Se presenta esta “guerra interna” como un enfrentamiento fratricida entre Ayuso y Casado por dirigir al PP. Y cuya primera consecuencia ha sido la defenestración del presidente Pablo Casado, del secretario general García Egea y la presentación del presidente gallego Núñez Feijóo como candidato a presidir un “nuevo” PP.
En octubre de 2016 un golpe de mano orquestado en el PSOE sacó a Pedro Sánchez de la Secretaría general para impedir el avance de una alternativa de gobierno de progreso y regeneración democrática.
Hoy un puñetazo en el tablero del PP ha dado por terminado el ciclo de Casado. En apenas una semana ha pasado de presidente del PP y candidato a La Moncloa, a dimisionario obligado y abandonado por su partido. Una transición acelerada y bendecida por importantes medios y representantes nucleares de los grandes centros de poder en el Ibex-35, europeos y norteamericanos.
Una transición acelerada y bendecida por importantes medios y representantes nucleares del Ibex-35, europeos y norteamericanos
El Ibex-35 y la CEOE exigen cambios
El Circulo de Empresarios, que aglutina el grueso de las grandes empresas del Ibex-35 y una amplia representación del capital extranjero, y la gran patronal CEOE han sido los primeros en pronunciarse públicamente sobre la crisis.
El diario El Mundo, uno de los que destaparon el supuesto espionaje a Ayuso, publicaba las declaraciones de Manuel Pérez Sala, el presidente del Círculo: “España necesita que el principal partido de la oposición sea un partido fuerte y cohesionado, que pueda realizar su papel de control y alternativa de gobierno”. Según el diario, estas declaraciones resumen el sentir general de los empresarios por la necesidad urgente de “cambios en el PP para no añadir más inestabilidad al país”.
Además recogía otras declaraciones de dirigentes de la CEOE que señalaban el divorcio entre la dirección del PP representada por Casado y los intereses de la “clase alta empresarial”a propósito de “la conveniencia de facilitar la aprobación de la reforma laboral”. Frente a la trama trumpista urdida por Casado para evitarlo.
El Mundo señalaba además esas mismas y otras diferencias con importantes empresarios del Ibex, destacando a los presidentes de Telefónica, José Mª Álvarez-Pallete y del Santander, Ana Botín.
Botín ya marcó con sus declaraciones sobre la reforma laboral el camino al PP al que Casado hizo oídos sordos: “Me parece muy importante lo que se ha acordado, que se haya hecho de manera consensuada… es la manera de hacer las cosas”.
Y Aznar y FAES, una de las principales conexiones entre los centros norteamericanos y la oligarquía, ya avisó a Génova sobre la conveniencia de apoyar una reforma laboral que “consolida la legislación de 2012”, y sobre las tentaciones de meter a Vox en el gobierno: «No veo ventajas para España en que Le Pen estuviera en el Gobierno».
Pablo Casado cometió un error garrafal, pasar por encima de una de las principales líneas rojas marcadas por la Asamblea de la CEOE de 2020 y por Bruselas: “Reformas acordadas por consenso para que sean estructurales y permanentes”.
.
Feijóo ungido para presidir el PP
El día 21 de febrero la crisis dio un giro decisivo con la irrupción de Nuñez Feijóo encabezando la rebelión contra Casado y a los barones territoriales exigiendo su dimisión y la convocatoria de un Congreso extraordinario.
Tres días después el presidente de la CEOE Antonio Garamendi salía públicamente a valorar positivamente el relevo de Casado y la disposición de Feijóo a presidir el PP. Dejaba claro por qué era necesario el cambio en el PP.
“Núñez Feijóo es una persona muy cualificada, aunque yo no soy afiliado al PP. Desde el área empresarial nos gusta la estabilidad, la moderación... Es una persona con mucha experiencia y probada como presidente de la Xunta de Galicia”. Es “fundamental” para un país en democracia un partido “que tenga capacidad de alternancia”. “Hoy por hoy hay dos partidos llamados a gobernar, por lo que para nosotros, que al PP le vaya bien, nos parece una buena noticia”.
Declaraciones que remachó ante la Ejecutiva. “Feijóo es una persona con un perfil moderado ideal para abordar amplios consensos en materias clave”.
Un Feijóo moderado que puede sacar al partido del actual estado es hoy por hoy el hombre elegido
Las voces de más allá
Desde Washington a Bruselas los medios internacionales han subrayado lo que preocupa a los centros de poder ante el desarrollo de los acontecimientos políticos en España, y al hacerlo han dejado claras cuáles son sus “líneas rojas” en torno a generar estabilidad para continuar aprobando las reformas y al avance de la extrema derecha de Vox.
Todos se preguntan, como hace el principal periódico de Alemania, el Frankfurter Allgemeine, “si los conservadores españoles están siendo superados por los populistas de la derecha” y hablan de que tras “implosionar” el PP va camino de un “nuevo liderazgo”
El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, dejaba una posición clara en su reciente visita a Madrid: “Quiero reconocer la importante reforma que fue aprobada en el Parlamento español. Una reforma muy importante, objeto de mucho debate y mucha discusión, pero es una parte importante del plan de recuperación que se está ejecutando”.
El digital norteamericanoThe Político subrayaba que “tras implosionar el PP camina hacia un nuevo liderazgo” y que Feijóo es “un moderado que puede sacar al partido del actual estado de guerra abierta y evitar la desafección de votantes hacia la extrema derecha de Vox”.
Las mismas posiciones que se encuentran en otros medios como la agencia británica Reuters, el diario francés Liberatión o la cadena de televisión norteamericana ABC News.
“Nos gusta la estabilidad y la moderación”, alerta por el peligro que supone la “desafección de votantes hacia Vox”, “Feijóo es un moderado para sacar amplios consensos”… Las manifestaciones de los centros de poder, desde Washington a Bruselas y los nódulos principales de la oligarquía española necesitan el PP centrista capaz de ser una alternativa de gobierno, que Pablo Casado ha sido incapaz de ofrecerles.
Tras el golpe dado en el tablero del PP, Feijóo es hoy por hoy el hombre elegido. Vox en ningún caso puede ser parte de la alternativa de gobierno, menos aún con la crispada situación internacional tras la invasión de Ucrania.
Los ecos del golpetazo aún seguirán resonando seguramente hasta más allá del Congreso extraordinario y la presumible consagración de Feijóo como nuevo presidente del PP. Ayuso ha tenido que renunciar explícitamente a presentarse como alternativa fuera de Madrid y queda ahora en manos de la Fiscalía que ha abierto diligencias por presuntos casos de corrupción.
Beremundo dice:
Pues al menos en principio, todos esos grupos de presión han equivocado el diagnóstico y sobre todo la calificación a Núñez Feijoo como moderado.
El futuro capo del PP ha tomado nota de que quien manda en el PP es la tal Díaz Ayuso, que le ha ordenado endurecer hasta el límite de lo posible el discruso contra el gobierno español.
Si no cambia de actitud, que supongo tendría que ser a base de contrapartidas de esos grupos de presión, no les quedarán más remedio que volver a implosionar al PP.
A quien tenían que haber echado con una patada en el trasero es a Díaz Ayuso, y con ella a Vox.