¿Giro en el «procés» en Cataluña? Los auténticos límites de la fragmentación. Hace exactamente un año, Carles Puigdemont se convertía inesperadamente en el nuevo presidente de la Generalitat. Fue presentado como «el president más independentista», el que iba a salvar el procés soberanista, pilotando una desconexión con España que culminaría en septiembre de 2017 en un referéndum de autodeterminación. Lo que ha sucedido desde entonces poco tiene que ver con el guión anunciado. Los Mas y Puigdemont han retrocedido, desde la independencia exprés al referéndum pactado con el Estado.
Los principales problemas de los Mas y Puigdemont no están en Madrid sino en Cataluña. Los límites al avance de la fragmentación están, sobre todo, no en la respuesta judicial del Estado ni en la negativa del gobierno central a permitir un referéndum, sino en la mayoría social progresista catalana, enfrentada a las políticas de recortes y ataques contra la unidad.
Tres encuestas recientemente publicadas en Cataluña nos ofrecen una radiografía de cual es el estado de opinión en la sociedad.
El sondeo publicado por La Vanguardia, histórico portavoz de la gran burguesía catalana, nos desvela que los catalanes que votarían No en un referéndum por la independencia han creciedo 6,6 puntos desde junio. Mientras que apenas poco más de un tercio -el 37,3%- apoyaría un referéndum unilateral. Incluso entre los votantes de la ex Convergencia son mayoría -un 58%- los partidarios de un referéndum pactado con el Estado.
El Periódico, el diario de mayor tirada en Cataluña, ha difundido otra encuesta donde solo un 18% de los catalanes considera que el procés culminará con la independencia, mientras un 27,6%, cinco puntos más que en septiembre creen que el procés soberanista acabará abandonándose por falta de apoyo ciudadano.
Y según en Centre d´Estudis d´Opinió, el CIS catalán controlado por la Generalitat, el apoyo a la independencia en Cataluña ha caído cuatro puntos desde junio.
Puigdemont confiaba en que podría aumentarse el 45% de los votos que el 27-S apoyó a fuerzas que defendían la independencia. Un año después de su investidura, la realidad ha sido exactamente la contraria.
El gobierno que preside, y que deberían pilotar el camino hacia la independencia, es hoy más débil. Ha perdido decenas de votaciones en el parlament catalán, donde solo ha podido aprobar 5 de las 45 leyes anunciadas.
Según La Vanguardia, la suma de los partidos independentistas perdería 3 diputados si se celebrarán hoy elecciones. Y el sondeo del CIS catalán afirma que la mayoría de diputados independentistas está seriamente amenazada.
Mayor todavía es el desplome de la ex Convergencia. Su refundación y cambio de nombre -ahora PDECat- no ha evitado que aumente el rechazo a sus políticas.
Si en las autonómicas de 2010, CiU obtuvo 62 diputados, en las últimas encuestas publicadas sus herederos apenas alcanzarían los 16 escaños, quedando relegados al papel de quinta fuerza política, por detrás de ERC, En Comú Podem, PSC y Ciudadanos.
Los Mas y Puigdemont no solo encabezan la fragmentación. También son los principales ejecutores de los recortes en Cataluña. Los nuevos presupuestos, anunciados como “los más sociales”, perpetúan los recortes de Artur Mas, con un descenso del 7% del gasto social respecto a 2010. Negándose a revertir las privatizaciones en sanidad o educación, o vetando subidas de impuestos a las grandes fortunas.
Este rechazo social -que se concentra en las cabezas de la fragmentación y los recortes- es el que agudiza las contradicciones en el procés soberanista. Rescatando la propuesta de un referéndum pactado con el Estado, que el independentismo denostaba hace meses como “una pantalla ya superada”, abriendo una crisis de liderazo en la ex Convergencia (con Artur Mas desprestigiado, con solo por un 10,3% de los catalanes que confían en él como futuro candidato, y un Puigdemont que anuncia que no volverá a presentarse)…
Definitivamente, los problemas de los Mas y Puigdemont están en Cataluña… con la mayoría social progresista que rechaza sus políticas.
vietcong dice:
Si es que en Catalunya,es donde se han hecho los recortes más salvajes,no me extraña que la peña esté hasta los h…de «procesos soberanistas».Éste de soberanía,lo que va a hacer es comprar un ejército de clones Macutes,que bailan la sardana,hechos en Francia,se pondrá de «líder Supremo» e invadirá Madrid por la M-30.Menudo ente ridículo