Primero ha atacado en la frontera de Melilla, boicoteando la entrada de productos y trabajadores marroquíes al territorio melillense. Ante la sumisión del Gobierno español, la hiena marroquí ha vuelto a atacar en El Aaiún, agrediendo con saña a 11 españoles que denunciaban, solidaria y pacíficamente, la violación sistemática de los derechos humanos del pueblo saharaui en los territorios del Sáhara Occidental ocupados ilegalmente por Marruecos. Nuestro sumiso Gobierno ha justificado al siniestro régimen marroquí. Mientras la población española apoya en su gran mayoría la causa saharaui. El Marruecos francés hace leña del árbol caído ya ante EEUU y Alemania.
Otra vez el Gobierno esañol traiciona a la mayoría de sus ciudadanos. A su solidaridad, a su soberanía y a su dignidad. Porque, según la justicia internacional y los acuerdos de la ONU, España sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental. Y la solidaridad del pueblo español con el saharaui se ha expresado ya, se expresa siempre, coherente y consecuentemente, contra la ilegítima ocupación marroquí. Los españoles participaban en un acto pacífico de protesta en una calle céntrica de El Aaiún cuando unos policías disfrazados y estratégicamente apostados comenzaron a asestarles patadas y puñetazos, para que seguidamente la policía marroquí uniformada les trasladara a la comisaría. La mentira del gobierno marroquí habla de "una respuesta airada de los ciudadanos". El secretario de Estado de Asuntos Exteriores de España, Juan Pablo de Laiglesia, apoya el invento marroquí. Pero el Gobierno español también traiciona la soberanía que debe defender. Ante los últimos ataques en la frontera de Melilla, ha cedido vergonzantemente. Y no un día, ni dos, ni una semana. Sino todos los días. Porque el régimen de Mohamed VI amenaza y reclama la soberanía de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla de forma continuada. Por ejemplo, según denuncia de los propios policías españoles, se están aceptando como válidos los pasaportes que Marruecos expide a sus ciudadanos nacidos en Melilla, en los que no consta Melilla-España. Como ha denunciado Rosa Díez, la líder y diputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), la retención de once españoles en El Aaiún es "consecuencia de la política de sometimiento y apaciguamiento" que practica el Gobierno español con Marruecos y que se basa en la "cesión ante todo tipo de chantajes" ante un país que “no es una democracia” y que “ataca los derechos humanos de los saharauis”. Porque el Gobierno traiciona la dignidad de la ciudadanía española aceptando que EEUU y Alemania nos digan lo que tenemos que hacer con nuestras finanzas para asegurar sus beneficios y hundir nuestra economía. Y sabedora la hiena marroquí, con perfume francés, aprovecha a lanzar mordiscos y se atreve, incluso, a reírse nombrando de embajador en España a un diplomático renegado del Polisario.