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PSOE y sindicatos acuerdan apostar por los 400 euros y no tocar pensiones

Hubo un entendimiento casi total. La reunión en el Congreso entre el Grupo Socialista -con el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, al frente- y los líderes de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, fue una balsa de aceite donde todos compartieron el análisis de la grave situación económica y en las claves para intentar salir de ella. Por ello, tras más de una hora y media de reunión, los intervinientes salieron ante los medios de comunicación para mostrar la gran sintonía que existe actualmente entre los sindicatos y el PSOE.

En concreto, ambas organizaciones comparten la gravedad de la situación actual, con más de seis millones de parados. Lo que para Méndez es un situación «absolutamente insostenible» para este país. También comparten que, para salir de ello, hay que cambiar radicalmente la política económica del actual Gobierno, «que fija su prioridad primero en el déficit y después en el empleo, cuando debe ser primero el empleo y después el déficit», apuntó Rubalcaba. Pero, además, los sindicatos y el PSOE llegaron a dos acuerdos muy importantes. El primero es apostar por la renovación urgente y permanente del llamado Plan Prepara, es decir, la ayuda de 400 euros a parados que ya no reciben la prestación por desempleo. Méndez indicó que es necesario no una prórroga más, sino que el Gobierno mantenga esta ayuda de forma permanente hasta que el paro esté por debajo del 15%. Rubalcaba no fue tan lejos, pero sí exigió al Gobierno que anuncie cuanto antes su decisión y que deje de hacer sufrir a miles de familias que están angustiadas porque sólo reciben esta ayuda. También pidió que se vuelva a recuperar este subsidio para los jóvenes, que desde la última pórroga, cuando se endurecieron aún más los requisitos, quedaron fuera del mismo. El otro pacto alcanzado en la reunión fue un rechazo rotundo a la modificación de la reforma de las pensiones, aunque hubo matices entre lo expuesto por las centrales sindicales y Rubalcaba.

UGT y CCOO dijeron claramente que no están dispuestos a entrar en una revisión del sistema de pensiones pactado con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que lleva sólo nueve días en vigor. Méndez y Toxo indicaron que no tiene sentido volver a reabrir este debate, aunque la situación puntual de la Seguridad Social sea muy crítica en estos momentos. En opinión del Toxo, el problema no está en volver a reformar el sistema de pensiones, sino en la creación de empleo para que se sustente. Por ello, ambos dirigentes sindicales dieron la impresión de que no están dispuestos a sentarse en ninguna mesa para volver a negociar una reforma de las pensiones.

En este sentido, el líder del PSOE hizo un matiz. No descartó que el Gobierno esté en su derecho de reabrir este debate, aunque indicó que nunca tendrá el apoyo de los socialistas sin un acuerdo previo entre los sindicatos y la patronal, como fue el que consiguió Zapatero en el 2011 para la actual modificación.Finalmente, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se preguntó ayer a qué espera el Gobierno para abrir el diálogo social con sindicatos y empresarios «con lo que está pasando en España» y con las actuales cifras del paro.

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