Extremadura

Privatizar el agua para tapar las grietas

A partir de 2010 empieza en Badajoz la «concesión administrativa del servicio integral de abastecimiento del agua», un término eufemí­stico para denominar la privatización, pero la enorme deuda del ayuntamiento le obliga a exigir a la empresa adjudicataria a pagar los 30 años de canon en tres.

Las emresas que opten al concurso tendrán que calcular el pago de una tasa o canon al ayuntamiento por las instalaciones que este les traspasa. Para el ayuntamiento extremeño la privatización del agua va a significar desde ya 2009 una entrada imprescindible para cuadrar sus cuentas y pagar deudas. Uno de los requisitos va a ser que la empresa que gane el concurso anticipe el canon del agua de los próximos treinta años, lo que supone que en los tres próximos años al ayuntamiento le entrarán 31 millones de euros (15,5 millones en 2009, 9,3 en 2010 y 6,2 en 2011). En realidad la empresa que gane el concurso se ahorrará 14 millones por el hecho de anticipar el canon, que pagado año a año sería de 45 millones de euros. Con estos 31 millones el gobierno va a tapar agujeros. Se financiará desde los gastos corrientes que abarcan, entre otros, gastos de personal, serviciós básicos, subvenciones, etc, hasta el pago de la deuda no bancaria que supera los treinta y cinco millones de euros.Lo que sí va a significar la privatización es un aumento de la tasa que pagan los vecinos. ¿De dónde si no va a pagar la empresa el canon al ayuntamiento? Las tasas del agua no se han tocado desde hace cuatro años. Ni tan siquiera para actualizarlas según el IPC. En Almendralejo, donde se logró un canon de veinte millones hace tres años que pagó Urbaser, no se dejó subir la tarifa en los dos primeros años y a partir del tercero solo se permiten incrementos acordes con el IPC. Pero claro, si hablamos de treinta años de gestión, hay tiempo para hacerlo. La primera barrera en la privatización es vencer la resistencia que levanta el propio hecho, y saben que una subida de tasas significa una subida del rechazo vecinal.Las principales competidoras son las grandes empresas de gestión hídrica. Canal de Isabel II gestiona desde 1995 el abastecimiento y las aguas residuales. Con ella compite Aquagest Extremadura, del grupo Aguas de Barcelona, de La Caixa, participada también por Caja Extremadura.En la salida a la crisis, los ayuntamientos, los pueblos, sus servicios pasan a ser más propiedad de cajas, bancos y monopolios y menos de los vecinos, que son los que acabamos pagando las deudas de unos y otros.

Deja una respuesta