Los vecinos de Badalona se revelan ante la sangrí­a de las multas

Primeros sí­ntomas de la crispación social

El enfrentamiento inició con media docena de jóvenes que comenzaron a increpar a siete agentes que se dedicaban a poner multan en una calle muy concurrida. A las voces de los jóvenes se fueron añadiendo otros vecinos hasta llegar a un centenar de personas.

Los hechos rovocaron la llegada de más agentes municipales y mossos d’Esquadra y que la zona fuera acordonada. Los policías tuvieron que negociar durante una hora para disolver al gentío. Lo que hace unos meses se habría saldado tranquilamente o con alguna detención policial, se convirtió en una auténtica revuelta popular. Los vecinos han reaccionado hartos de las multas de tráfico, puestas sin ton ni son, por los agentes. No estamos ante un hecho aislado sino ante el aumento de la crispación social producto de la crisis y las medidas burocráticas-recaudadoras de los ayuntamientos que se ceban en los ciudadanos. La crisis está aquí, el gobierno no hace nada –salvo favorecer a la banca-, las burocracias regionales se ceban en los ciudadanos a base de multas e impuestos e, inevitablemente, el descontento se apodera y estalla en la sociedad española.

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