La enseñanza en Madrid en su séptima huelga contra los recortes

Primero golpear a los que enseñan, luego golpear a los demás

Que dos horas lectivas más sean la solución para la gigantesca deuda acumulada por la comunidad autónoma de Madrid dirigida por Esperanza Aguirre (PP) no puede entenderse sino como la punta de lanza de los salvajes recortes preparados para después del 20-N, en Madrid y en toda España, en el ámbito de la educación (y en otros). Son el engaño endemoniado que oculta la puñalada trapera de los presentes y futuros, anunciados a bombo y platillo, gestores (ay querido PP, elecciones para qué), de una austeridad que es más empobrecimiento para el 90% de la población y más riqueza para los ricos de dentro y de fuera de España.

Si se ha llegado hoy a la séptima jornada de huelga en protesta por los recortes en educación en Madrid, además de una concentración convocada por la tarde ante la Consejería, estando previstas dos jornadas más de huelga, en rechazo al incremento del horario lectivo de los profesores de 18 a 20 horas semanales, que ha llevado a la eliminación de 3.000 puestos de docentes, se ha debido a la unidad conseguida entre los sindicatos, CCOO, UGT, STE’s, CSIF y ANPE, junto con las asociaciones de padres y madres, y organizaciones estudiantiles que les apoyan.

«Se ha debido a la unidad conseguida» La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha jugado a la guerra de cifras respecto al seguimiento de la huelga, pero sus juegos no pueden ocultar la importancia de su extensión también a la Educación Primaria e Infantil en esta ocasión. La clave es que la huelga se ha centrado en los recortes llevados a cabo por el gobierno autonómico, como todas las otras autonomías están haciendo, de una u otra manera, y podemos añadir al propio Ministerio.

Los recortes en educación no están justificados y sería ridículo entrar, tan si quiera, a discutir la explicación demagógica de que los profesores se niegan a cumplir con dos horas más de horario lectivo. Lo que realmente es incontestable son las reducciones drásticas de plantillas y de salarios, como indudable es el perjuicio que se causa al alumnado con los recortes. No son las huelgas, necesarias para rechazar tales medidas, las que quitan horas lectivas a los alumnos, sino quien lleva adelante unos recortes que están precarizando la enseñanza.

Si la educación, entre otros derechos sociales, está sufriendo estos recortes se debe a la sumisión del Gobierno español a las exigencias de potencias extranjeras para satisfacer los intereses de la banca norteamericana, alemana y francesa en apropiarse de la ingente riqueza que todos producimos en España. Aquí está el origen de los recortes y no en otra parte. Por eso, sólo la defensa de la soberanía nacional puede hacer avanzar una alternativa de verdad a la crisis. Nuestros hijos sufren los recortes en su educación porque tanto el Gobierno actual y el proclamado previamente a las próximas elecciones no defienden, ni defenderán, los intereses de la mayoría de la ciudadanía sino que se afanan en asegurar los intereses espurios de poderes ajenos. Como se podía leer en uno de los carteles en las manifestaciones contra los recortes, “no podemos apretarnos el cinturón y bajarnos los pantalones al mismo tiempo”.

«Porque el Gobierno defiende intereses ajenos a España»Todos tenemos que pensar sin más dilación, sino lo hemos hecho ya, en nuestra responsabilidad política ante la ofensiva creciente contra nuestros derechos básicos como es la educación pública junto a la sanidad y otros servicios sociales, conquistas que tantas décadas de luchas costaron. ¿Cómo se lo vamos a explicar a nuestros hijos? La defensa de la educación debe ser parte de un frente amplio por la redistribución de la riqueza, la ampliación de la democracia y la defensa de la soberanía nacional.

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