Primarias en el PSC

EL Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) sigue en horas bajas. Los batacazos de las autonómicas, de las municipales y de las legislativas han obligado a esta formación a reflexionar sobre su papel en la sociedad, y la han situado ante lo que cabe calificar de travesía del desierto. Lo cual no es nada sencillo para un partido que ha gozado de todo el poder en Catalunya, para luego ver esfumarse buena parte de su capacidad de influencia.Varias son las causas de esta situación. La pérdida de poder ideológico de la izquierda europea, por ejemplo. O la necesidad de hacer frente a una crisis financiera y económica que tanto afecta a su electorado. He aquí dos elementos fundamentales para explicar la crisis del PSC. Pero mucho más lo es la estrategia seguida en los últimos años para acaparar poder sin ofrecer a la sociedad un proyecto o una idea de futuro, amén de los errores cometidos en el ejercicio del poder. También es determinante la ambigüedad del PSC en el terreno nacional, aferrado a un concepto federalista que, al parecer de muchos de sus votantes, ha fracasado. Una cuestión que conlleva la reivindicación de tener grupo propio en las Cortes… La suma de estos elementos ha propiciado la desubicación del PSC, que el XII congreso, celebrado en diciembre de 2011, no resolvió. El primer secretario del partido salido de aquellas sesiones, Pere Navarro, un hombre de consenso entre las diversas opciones, no ha podido despejar ninguno de los interrogantes que se ciernen sobre el futuro del partido. Probablemente no ha tenido tiempo suficiente para ello. Pero al PSC, el tiempo se le echa ahora encima y las diversas corrientes que existen en su seno se muestran nerviosas ante la falta de decisión en la dirección, y ante los negros augurios que traen las encuestas. Preocupan de nuevo, y de forma más aguda, las cuestiones que el congreso de diciembre dejó abiertas. Sin embargo, y aunque parezca paradójico, es precisamente uno de los acuerdos del congreso el que en este momento se plantea en el seno del PSC para disipar la niebla circundante: convocar unas primarias.