La Comisión Europea anuncia que estrechará la vigilancia sobre España mientras prepara un nuevo paquete de «recomendaciones» de obligado cumplimiento. La Agencia Moody´s rebaja la perspectiva de España y advierte que bajará la nota de la deuda «ante el riesgo de no ejecutar las reformas estructurales. La OCDE anuncia «riesgos» al paralizar las reformas· por el «clima electoral». Los hegemonistas no están dispuestos a soltar la presa para seguir desangrándola.
La Comisión Europea anuncia el envío inminente de una carta al gobierno español con “recomendaciones autónomas” ante el desvío de los compromisos fiscales. El vicepresidente, Valdis Dombrovskis, sigue repartiendo advertencias, amenazas auténticas: España, con o sin gobierno, y sea del color que sea, deberá presentar en abril su plan de reformas de estabilidad.
El Informe de la Comisión prepara el terreno señalando que, a pesar de las reformas, la economía española ni ha cumplido en 2015, ni cumplirá sus objetivos de déficit en 2016 (lo que exigiría recortes por 9.000 millones de euros). Y sigue siendo vulnerable por “la deuda pública y privada” y por “los desequilibrios excesivos” (paro y déficit), para fijar como desafíos “la mejora de la productividad” y “la consolidación fiscal”. O sea, más rebajas salariales y nuevos recortes. «Si Bruselas ofrece un aplazamiento de un año para dejar el déficit en el 3% será sólo a condición de aplicar nuevos recortes y ajustes laborales»
Según algunos medios, como el diario El País, en el borrador al que han tenido acceso se advierte que ningún retraso en el déficit “será a cambio de nada”. Si ofrece un aplazamiento de un año para dejar el déficit en el 3% será sólo a condición de aplicar nuevos recortes.
El “dictak” de BruselasLa Comisión, brazo ejecutor de Bruselas, exigirá en sus “recomendaciones”:
-Una vuelta de tuerca a la reforma laboral. Que recorte salarios y derechos laborales.
-La liberalización de servicios profesionales.
-Mano dura con las Comunidades Autónomas en la aplicación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Con medidas “preventivas e incluso correctivas”. O lo que es lo mismo, trasladar el grueso de los 9.000 millones de euros de los recortes a los servicios que dependen de las autonomías (educación, sanidad, servicios sociales…) y a los impuestos autonómicos para pagar la deuda antes que cubrir las necesidades de los ciudadanos.
-Informes periódicos sobre el ajuste, que permitan una estrecha vigilancia de los “hombres de negro” de Bruselas sobre el cumplimiento de los ajustes. Y todo ello bajo la amenaza de “subir un peldaño más en las medidas correctivas”, amenaza de sanción y multas, si hay incumplimientos.
En el otro lado de la pinza, Moody’s y la OCDE se suman a las amenazas.
La Agencia Moody´s, brazo armado del capital norteamericano, mantiene su baja nota sobre España en Baa2, rebaja la perspectiva de “positiva” a “estable” y amenaza con rebajar la nota de la deuda “si se revierten las reformas del PP”. Y la OCDE avisa de “los peligros para España si la actual situación de incertidumbre política paraliza las reformas”.
Las líneas rojas, amenazas y chantajes de la Troika, hacen más urgente la necesidad de apoyar la investidura de un gobierno que signifique una línea de resistencia a lo que uno de “gran coalición” con el PP supondría como la alternativa más dispuesta a ejecutar las “recomedaciones” de Bruselas.