El toque de Botí­n a Zapatero

¿Preparando el terreno?

Es de todos sabido que cuando Emilio Botí­n hace declaraciones polí­ticas en público, algo está tramando. Dos manifestaciones suyas la pasada semana, la primera elogiando a Rodrigo Rato como «el mejor ministro de economí­a de la democracia», y a continuación coincidiendo con Rajoy en la necesidad de poner orden en el caos autonómico, han levantado máxima expectación. ¿Está Botí­n preparando el terreno para el relevo de Zapatero?

Cuando Botín habla de olítica, hay que prestarle atención e interpretar sus palabras. El gran patrón de la oligarquía española es de los que no da puntada sin hilo.Ya lo hizo en 1995, cuando en plena decadencia electoral de Felipe González llevó a Aznar en su jet privado a Londres para presentarlo a los inversores de la City londinense, elogiando ente ellos su programa económico.Menos de una década después, sus sorprendentes declaraciones sobre un Zapatero al que nadie daba opciones para gobernar (“mis hijos, que son muy listos y saben mucho de esto, me han dicho que Zapatero será un gran presidente”), estaban anunciando el imprevisto cambio de gobierno que se produciría unos meses después tras los atentados del 11-M.Desde aquella apuesta pública por él, Zapatero se ha convertido en poco menos que “el hombre de Botín” en La Moncloa. Con él en el gobierno, el Santander se ha convertido en el mayor banco de la zona euro y octavo del mundo. No es por ello extraño que las muestras públicas de apoyo de Botín a Zapatero hayan sido una constante, incluso en los momentos de mayor dificultad, como tras el atentado de la T-4 y la ruptura de la tregua de ETA.Todavía resuenan las palabras que el banquero cántabro deslizó en los oídos del Rey –pero con tono lo suficientemente alto como para que fueran captadas por todos– al comienzo de la crisis: “Zapatero es un hombre providencial. España tiene mucha suerte de tener un presidente de gobierno como él”.Hasta tal punto ha llegado en estos años la estrecha relación entre uno y otro, que el diario El País reveló como en las semanas que siguieron a la caída de Lehman Brothers, Zapatero llamaba telefónicamente todos los días a Botín para recibir sus consejos. De la cúpula directiva del Santander saldría el diseño del plan de rescate bancario que luego sería aprobado por el gobierno.Algo que no resulta excesivamente extraño si tenemos en cuenta que es durante el período de gobierno de Zapatero cuando se ha producido un abrupto decantamiento en el seno de la clase dominante española.Hasta el año 2004, el desarrollo de las distintas familias y grupos de poder que componen la oligarquía española había sido relativamente equilibrado. A partir de ese año, el núcleo oligárquico agrupado en torno a Botín ha conocido un desarrollo espectacular que ha dejado muy atrás a sus rivales. Hasta el punto que si en 2003 Santander y BBVA estaban prácticamente a la par, 6 años después el banco de Botín más que duplica a su competidor.A Zapatero le gusta presentarse como el gobierno que ha traído los derechos sociales (matrimonio gay, divorcio exprés, ampliación de la ley del aborto, memoria histórica, educación para la ciudadanía,…). Pero pasará a la historia como el gobierno de Botín.Por eso mismo resultan más llamativas las declaraciones del banquero. ¿Está anunciando el final de la era Zapatero y nombrando con el dedo a su sucesor? Aún es demasiado pronto para afirmarlo con rotundidad. Pero en todo caso hay que seguirle la pista.

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