Preocupaciones chinas

Desde el comienzo de la crisis financiera mundial, el pueblo chino no ha dejado de preocuparse por la enorme cantidad de los activos chinos denominados en dólares, resultado de su arduo trabajo. A medida que la crisis se profundiza, lo hacen en paralelo estas preocupaciones. Esta ansiedad no es sin fundamento: se basa en un análisis de cómo EEUU ha actuado con las crisis económicas y la sombrí­a situación de los bonos del Tesoro de EEUU

En las últimas décadas, EEUU exerimentó una docena de crisis económicas. En cada una de ellas logró trasladar el impacto de la crisis al extranjero, e incluso logró salir fortalecida de ellas. Si EEUU transfiere la carga de la crisis al extranjero a costa de los intereses de China, como hizo hace décadas con Europa y Japón, el diálogo económico estratégico entre China y los EEUU dejará de tener sentido. Por encima de todo, China no es el Japón de mediados del decenio de 1980. Si EEUU insiste en desplazar los efectos de la crisis a China, nadie será el ganador. FINANCIAL TIMES. Tras el esperado canje de acciones de Citigroup, valorado en 58.000 millones de dólares, (41.416 millones de euros), el Gobierno de EEUU comprará una participación del 34% en Citigroup, aumentando así su exposición e influencia sobre el maltrecho grupo financiero. La oferta tiene por objeto proporcionar suficiente capital al banco para sanear su balance y que la entidad pueda hacer frente a las futuras pérdidas provocadas por la crisis financiera. Citi puesto a la venta su negocio de banca privada en Italia e intenta reducir su presencia en el país a la mitad, un cambio drástico en la estrategia del banco, que durante la última década aumentó su expansión por todo el mundo China. Global Times EEUU DEBE TRATAR CON CAUTELA LAS PREOCUPACIONES CHINAS Muchos temas están en el orden del día en la primera ronda de conversaciones en curso del Diálogo Económico Estratégico entre China y Estados Unidos. Pero el tema que más preocupa al pueblo chino es cómo EEUU va a garantizar la seguridad de los activos de China denominados en dólares. De acuerdo con información divulgada recientemente en la web oficial del Departamento del Tesoro de los EEUU, las tenencias chinas de bonos del Tesoro norteamericano llegaron a un récord de 801.500 millones de dólares a finales de mayo, lo que constituye aproximadamente el 65% del total de las reservas de divisas de China. China añadió en mayo otros 38.000 millones de dólares en deuda de EEUU a sus reservas. Desde el comienzo de la crisis financiera mundial, el pueblo chino no han dejado de preocuparse por la enorme cantidad de los activos chinos denominados en dólares, resultado de su arduo trabajo. A medida que la crisis se profundiza, lo hacen en paralelo estas preocupaciones. Esta ansiedad no es sin fundamento: se basa en un análisis de cómo EEUU ha actuado con las crisis económicas y la sombría situación de los bonos del Tesoro de EEUU. En las últimas décadas, EEUU experimentó una docena de crisis económicas. En cada una de ellas logró trasladar el impacto de la crisis al extranjero, e incluso logró salir fortalecida de ellas. En 1971, dado el excesivo número de billetes impresos de dólares y el grave déficit comercial de EEUU, muchos países extranjeros exigieron cambiar los dólares en papel por su equivalente en oro. A continuación, el Presidente de los Estados Unidos Richard Nixon canceló unilateralmente el sistema de Bretton Woods y suspendió la convertibilidad del dólar de los EEUU en oro. Esta acción irresponsable causó terribles tensiones financieras en la economía mundial y creó una situación única, en la que el dólar de los EEUU se convirtió en la principal moneda de reserva del mundo. En 1985, con el fin de revertir el enorme déficit comercial de EEUU con Japón, se firmó el Acuerdo del Plaza por los cinco gobiernos de Francia, Alemania Occidental, Japón, los EEUU y el Reino Unido, de dejar depreciarse el dólar norteamericano en relación con el yen japonés. Como resultado de ello, EEUU consiguió atravesar otra grave recesión y dejó a Japón en 10 años de retroceso económico. En cuanto a la situación actual de la economía de EEUU, el pueblo chino no puede ser optimista. Es muy evidente que los EEUU tienen que vender mucha más deuda para llevar más lejos los nuevos estímulos económicos. Muchos economistas y expertos, tanto en China como en EEUU temen una posible crisis de los bonos del Tesoro norteamericano, y las sospechas de crisis en el sistema bancario no ha terminado. EEUU debe entender que las preocupaciones del pueblo chino son razonables y merecen un tratamiento cauteloso. Deben hacerse públicos planes detallados para tranquilizar a la opinión pública china. Si EEUU transfiere la carga de la crisis al extranjero a costa de los intereses de China, como hizo hace décadas con Europa y Japón, el diálogo económico estratégico entre China y los EEUU dejará de tener sentido. Por encima de todo, China no es el Japón de mediados del decenio de 1980. Si EEUU insiste en desplazar los efectos de la crisis a China, nadie será el ganador. GLOBAL TIMES. 28-7-2009 Inglaterra. Financial Times WASHINGTON COMPRA EL 34% DE CITIGROUP Tras el esperado canje de acciones de Citigroup, valorado en 58.000 millones de dólares, (41.416 millones de euros), el Gobierno de EEUU comprará una participación del 34% en Citigroup, aumentando así su exposición e influencia sobre el maltrecho grupo financiero. La iniciativa supone un hito en una crisis financiera que ha obligado a las autoridades estadounidenses a acudir al rescate de las entidades más importantes del país. No es la primera vez que Citigroup recibe ayudas gubernamentales, y es la única de las grandes entidades que se ha visto obligada a ceder una parte de su accionariado al Ejecutivo. El banco anunció ayer que casi la totalidad de los tenedores no gubernamentales de acciones preferentes se había mostrado dispuesta a convertirlas en acciones ordinarias, medida que facilitará el canje accionarial de los 25.000 millones de dólares de acciones preferentes del Gobierno, que se efectuará en los próximos días. La oferta tiene por objeto proporcionar suficiente capital al banco para sanear su balance y que la entidad pueda hacer frente a las futuras pérdidas provocadas por la crisis financiera. El Ejecutivo ha indicado que, a pesar de que se convertirá en el mayor accionista de Citi, aplicará una estrategia de no intervención y no tendrá presencia en el consejo de administración. No obstante, Citi ya ha estado sometida a un estricto control regulador y sus actividades están más vigiladas que las de la mayor parte de los bancos. El Gobierno de EEUU, que desde que comenzara la crisis ha inyectado 45.000 millones de dólares a Citi, todavía mantiene el derecho de compra de otros 20.000 millones de dólares de acciones del banco. Vikram Pandit, consejero delegado de la entidad, aseguró en un comunicado que el canje era un “hito” que proporcionaría más “solidez financiera” al banco. Después de la operación, Citi tendrá un capital tangible de 100.000 millones de dólares, lo que fortalecerá su balance. No obstante, el canje de 58.000 millones de dólares de acciones preferentes de fondos de riqueza soberana, inversores institucionales y gobierno obligará a Citi a emitir miles de millones de nuevas acciones ordinarias. El hecho afectará al valor de las acciones de los actuales accionistas y provocará una depreciación del valor de los beneficios por acción, la medida que utilizan los analistas para valorar la rentabilidad de una empresa. Citi ha renovado los miembros del consejo de administración en los últimos meses, en parte como respuesta a las presiones de las autoridades reguladoras. La entidad ha puesto a la venta su negocio de banca privada en Italia e intenta reducir su presencia en el país a la mitad, un cambio drástico en la estrategia del banco, que durante la última década aumentó su expansión por todo el mundo. FINANCIAL TIMES. 27-7-2009

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