Cargando...Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de marzo, la preocupación de los ciudadanos por el paro ha vuelto a marcar su máximo porcentaje conocido, ya que es un 76,2% de los ciudadanos de a pie los que lo consideran su mayor inquietud, es decir, más de tres de cada cuatro españoles. Los problemas económicos figuran en segundo puesto (el 52%), y el terrorismo en tercer lugar (el 19,4%). Y a la pregunta de cuál es el problema que más les afecta, la respuesta es las dificultades económicas (43,6%), seguidas del desempleo (37,6%). Además la misma mayoría mantiene su pesimismo sobre la situación económica, un 75% la califica de «mala» o «muy mala». Y para dentro de un año, el 37,2% piensa que empeorará y el 36% afirma que seguirá igual de mal.
La sensibilidad, la inquietud y la conciencia de los ciudadanos de a ie ante la grave crisis económica es evidente. Pero lo que estos “sesudos” sociólogos no quieren preguntar es el grado de indignación de la inmensa mayoría de la población ante la “ayuda” prestada por el gobierno de Zapatero a la banca mientras sigue declarando beneficios; ante los salarios y las pensiones de los miembros de los consejos de administración y de los altos ejecutivos; ante las amenazas de bajar las ya bajas pensiones; y ante la campaña para despedir más gente, bajar los salarios y que nos apretemos el cinturón como solución a la crisis.Pero algo de esta indignación se cuela hasta en este tipo de encuestas Así cuando pregunta sobre la situación política, la respuesta es “mala” o “muy mala” para el 47,7%, lo que expresa es que no percibe la existencia de una alternativa ante la crisis por parte de los grandes partidos que defienda una salida favorable para los ciudadanos de a pie. Es absolutamente necesario dar una alternativa de verdad contra la crisis. Y las elecciones europeas son una oportunidad clave para ello.