Cargando...Buenos días, Génova, ¿cómo están ustedes? Génova contesta, muy bien. Les digo que se han quedado sin Andalucía, ya perdieron Cataluña, pueden quedarse sin Valencia y sin Madrid, y si siguen así, ¿qué les queda? Nos queda España, contestan. Me aconsejan que no demos por enterrado ni al PP ni al bipartidismo, lo de Andalucía ha sido una derrota, no una hecatombe. El PP, según Génova, estaba muy acostumbrado a las victorias, pero ya no está ZP en Moncloa y hay que olvidarse de los triunfos fáciles y consecutivos.
El PSOE ha aguantado en el sur, puede terminar siendo un partido andaluz; insisten en que han ganado 300.000 votos respecto a las elecciones del año pasado y siguen siendo la primera fuerza en cinco capitales y en las ciudades de la costa. En Génova nadie rechistó el lunes, aunque ya empiezan a surgir susurros que exigen un urgente cambio de líder en Andalucía para poder recuperar votos cuando lleguen a las generales. Eso -contesta Génova- lo dirán fuera del Comité Ejecutivo, aquí no rechista nadie.
Militantes aún prudentes y reservados, cercanos a José María Aznar, explican que el ex no va a encabezar ningún fraccionamiento. ¿Qué hace?, les pregunto. Acaricia -responden- un gato negro, sonríe y mira cómo Rajoy consiente que se vaya hundiendo el PP sin hacer una limpia en la dirección o un cambio de Gobierno. Explican que ha caído la marca PP, que hoy pones a Albert Rivera sobre las siglas del PP y no le vota nadie.
Hay quien teme que una derrota en Madrid aceleraría el declive y piensan que Mariano Rajoy debería formar un Gobierno fuerte, con ideas, no economicista ni tecnocrático, un Gobierno que no se ponga de perfil. Ven que Mariano Rajoy sigue inmóvil, impávido, sin hacer autocrítica cuando los cometas auguran cambios de tiempos y de generaciones. El presidente se había ensimismado en la prima de riesgo y no preguntaba qué hacían en el partido.
Los rumores, las especulaciones, las hipótesis, los cotilleos y habladurías compensan la falta de noticias y alternativas. El rumor es un personaje más del drama, una flauta en la que soplan conjeturas. Se analiza como un pronunciamiento la ausencia de 11 de los 17 barones a la reunión del Comité Ejecutivo de ayer para expresar su descontento ante la falta de liderazgo en Andalucía.
La derrota del PP en Andalucía tendrá consecuencias en el año de los grandes cambios. Tendrá que apelar en las generales al voto del pánico, y aunque para quien tiene miedo todo son ruidos, a quien nada tenga es difícil asustar. Además, Pablo Iglesias ha pasado de Marx a Nietzsche y utiliza metáforas de león, de ir al abismo con ojos de águila para enfrentase al miedo. En el velódromo de Dos Hermanas anunció que se van a encontrar a leonas defendiendo su camada. Clasificó a los votantes entre bueyes que doblan la frente y leones que atacan. El lenguaje épico y agresivo de Podemos se enfrentará al discurso del miedo que utilizará el PP, si es que carece de otras alternativas y propuestas.