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Mientras estas líneas se leen, las plazas y calles de más de 300 poblaciones de todo el país se llenan de personas convocadas por el movimiento PararLaGuerra, que este 18 de octubre vuelve a poner en pie su compromiso contra el Genocidio en Gaza y por la Paz. Y, al día siguiente, el 19 de octubre, Madrid será escenario de una gran manifestación que recorrerá el trayecto entre la Puerta del Sol y la Plaza Juan Goytisolo, uniendo miles de voces bajo un mismo mensaje: el alto el fuego es solo el comienzo, ahora toca una Paz Justa y Duradera.
Hace dos años, cuando el horror en Palestina se intensificaba y las imágenes de destrucción estremecían al mundo, decenas de figuras destacadas de la cultura española decidieron alzar la voz. De ese gesto nació PararLaGuerra, un movimiento que no ha cesado en su empeño de denunciar el Genocidio y exigir el Alto el Fuego definitivo. Entonces parecía que quedaba lejos una amplia movilización social, objetivo por el cual nació la plataforma. Hoy, con el alto el fuego logrado, celebran que la palabra dada —“no parar hasta conseguirlo”— se haya cumplido.
El manifiesto publicado el pasado 16 de octubre en El País, con el respaldo de cientos de personalidades del mundo de la Cultura, y en el que Foros21 ha jugado un papel fundamental – ahora y en los dos últimos años – insiste en un nuevo objetivo: una paz justa y duradera, que reconozca plenamente los derechos del pueblo palestino conforme a la legalidad internacional. “Hay que celebrar el alto el fuego, pero es solo una etapa, no el final”, repiten sus portavoces.
Desde su primera convocatoria en noviembre de 2024, con apenas 50 municipios adheridos, PararLaGuerra ha crecido hasta alcanzar 300 localidades, 150 organizaciones nacionales e internacionales y más de 20.000 firmantes de 35 países. En total, ocho manifiestos y seis grandes movilizaciones han consolidado un movimiento ciudadano que trasciende fronteras y sectores.
El 29 de octubre de 2023, PararLaGuerra fue uno de los pocos espacios que se atrevió a nombrar la tragedia por su verdadero nombre: Genocidio, al mismo tiempo que denunciaba los atentados terroristas de Hamás. Desde entonces, la constancia y la solidaridad han transformado lo que parecía una minoría comprometida en un clamor transversal.
Hoy, con las calles nuevamente repletas, el movimiento celebra un avance histórico pero recuerda que la tarea continúa. “Solo acabamos de empezar”, afirman sus portavoces. Porque la paz no se mide en treguas temporales, sino en justicia y dignidad.
El 19 de octubre ha sido, seguro, una celebración del alto el fuego, pero también un recordatorio de que sin libertad para Palestina, no habrá paz verdadera.