Miguel Angel Villalobos, cte de huelga de Acerinox

«Por nuestro convenio, el empleo y el futuro»

Llevan más de cuatro meses de Huelga. Exigen lo elemental: un convenio justo que no les haga perder poder adquisitivo, y unos horarios y planificación que les permitan vivir. Hablamos con Miguel Ángel Villalobos, miembro del comité de empresa de Acerinox

Tras cuatro duros meses de huelgas, cortes de carreteras y movilizaciones donde se han desplazado hasta la capital andaluza, los trabajadores de Acerinox han conseguido un preacuerdo con la multinacional donde se respeta sus derechos como trabajadores. Hablamos con Miguel Ángel Villalobos, miembro del comité de empresa de Acerinox Europa Sau por la sección sindical de USO.

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Algunos sectores del Campo de Gibraltar os llaman «privilegiados» por cobrar un salario de obrero industrial. Pero lo primero que reclamáis es la subida salarial con respecto al IPC. Porque lleváis 2 años con el salario congelado, pero la cesta de la compra o la hipoteca no se ha congelado nada. ¿Esto es así?

Nosotros llevamos los dos últimos años en los que lo que es la subida salarial ha estado por debajo del IPC real, pero sí hemos tenido dos subidas salariales en concreto en 2023. Lo que exigimos es que la subida salarial vaya en relación con el IPC. Y que tengamos dos horas de garantía para que cuando haya desajustes importantes en el IPC, como ha pasado estos dos últimos años, nos garantizamos que la subida general sea acorde al precio real. Lo que exigimos es no perder poder adquisitivo en un momento en que la vida sube un montón,

Otra de vuestras reivindicaciones es un horario más estable. Ya que lo que quieren imponer es que estéis a plena disposición con independencia del horario, ¿En qué situación estáis?

Al comienzo de la movilización lo que pedíamos es reducción de jornada. Más del 85% de la plantilla estamos a cinco turnos. La idea inicial de la empresa es que estuviésemos a completa disponibilidad para cubrir bajas de compañeros sin tener en cuenta ni los turnos, ni la conciliación familiar. Te podían llamar en cualquier momento, en tus días libres, incluso al acabar un turno para que empalmaras. Así de inaceptable.

Afortunadamente esto se ha conseguido negociar y está la figura del “voluntario”. Es decir, que cualquier trabajador, si quiere, puede inscribirse como voluntario para que el trabajador en su día de descanso, y con unos márgenes de horario, pueda coger y hacer una sustitución.

Acerinox es una multinacional que ha tenido clientes muy importantes en España. ¿Creéis que está perdiendo dinero o al contrario es una empresa muy rentable?

Como grupo, sí está ganando. El grupo Acerinox a nivel mundial, estamos hablando de la principal fábrica productora de acero inoxidable del mundo y está en distintos continentes. Aunque lamentablemente somos conscientes que en España, en el último año, la carga de trabajo sí que se ha visto reducida un 40%. Yo entiendo de que sí, que no gana tanto como antes, pero eso no es culpa del trabajador. Nadie nos dice que sea culpa del trabajador sino que la situación económica es mala, sobre todo la rama de Acerinox Europa, dado que su mercado es fundamentalmente el europeo y últimamente es que Europa no es que esté muy boyante.

Durante todo ese tiempo, la empresa se ha negado a negociar, ahora os “mete prisa” para que aceptéis un preacuerdo, ¿en qué consiste y qué valoración tenéis de lo que propone la patronal?

No es que se hubiese negado a negociar, había una negociación digamos “natural”, ¿Qué es lo que sucede? Qué el acuerdo que se presentó tuvo un ‘no’ rotundo por parte de los trabajadores. La empresa lo que nos dijo la última ocasión que estuvimos allí, en la sede de Madrid, es que este acuerdo estarían dispuesto a matizarlo y a mejorarlo. Si no la empresa lo que nos proponía era en torno al convenio cambiar de régimen de jornada y aplicar un ERE. Se hablaba de 450-750 despedidos, al final eso no solo nos traería el problema de que una parte importante de la plantilla tendría que ser despedida sino que no nos garantizaría el futuro. Ahora con la propuesta de convenio que nos ha hecho la empresa nos garantiza impresiones del orden de 400 millones de euros. La empresa necesita eso para sanear cuentas y otros 200 millones de inversiones a futuro.

En estos meses diferentes colectivos y obreros de otras fábricas se han posicionado a vuestro favor, haciendo llamamientos de apoyo y contribuyendo a la caja de resistencia. ¿Qué ha supuesto para vosotros este apoyo?, ¿consideráis que la unidad sindical es el camino para hacer valer los intereses de los trabajadores?

Pues sí, hemos conseguido que nuestras reivindicaciones se conozcan de la empresa para afuera, en la provincia, en Andalucía e incluso por todo el país y hemos conseguido el apoyo de trabajadores tanto de España como del extranjero. Muchos de esos apoyos se han mantenido durante más de 4 meses de huelga. Otros, desgraciadamente, se enfriaron un poco, como cuando hicimos corte de carreteras paralizando la comarca, eso sí que nos penalizó un poco.

Añadir que la caja de resistencia se creó por un grupo de trabajadores de la familia del metal, que son los que lo centralizan las bolsas de comida, las aportaciones pequeñas y grandes. Y aparte cada sindicato tiene su caja de resistencia, en el caso de USO nuestra caja de resistencia está funcionando bien, permitiéndonos poder pagar a nuestros afiliados el salario mínimo interprofesional estos 4 meses de huelga.

Con respecto a la unidad sindical nosotros, con mucho menor representación sindical, decidimos apoyar totalmente al sindicato mayoritario. Aunque ahora mismo sí que hay un poco de división porque el sindicato mayoritario no ve el peligro del ERE y los otros cuatro que componemos la mesa nos hemos unido para apoyar el acuerdo alcanzado en la junta de Andalucía. Queremos por encima de todo seguir trabajando, hacer que la empresa sea viable, que nuestro salario sea justo.

En caso de que el acuerdo no salga adelante, ¿pensáis continuar con la huelga?

Eso lo tendríamos que consultar con la plantilla. La huelga se llevó adelante porque los compañeros de trabajo nos instaron a realizarla. Nosotros estamos al servicio de nuestros compañeros, no podemos convocar ni desconvocar de forma unilateral sin contar con los afiliados. Nosotros nos reuniremos para firmar el preacuerdo; si saliese que no, tendríamos que convocar a nuestros afiliados para ver qué camino tomar.

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