Hasta ahora, en Tenerife se ha ocupado de la salud dental las 15 unidades de Salud Buco-Dental existentes en la isla. que si se consideran insuficientes podrían ser dotadas con más profesionales, así como ampliar el horario de actividad a jornadas de tarde como debería de hacerse en todos los servicios públicos si se quieren rentabilizar los recursos materiales y humanos disponibles.
El nuevo rograma de ampliación progresiva a aplicar a niños nacidos a partir del año 2.000, en lugar de basarse en la ampliación de las 15 unidades, del refuerzo del personal o de la ampliación de la jornada laboral a las tardes, lo que hace es incluir la asistencia por odontólogos privados que se han adscrito a dicho programa. A los pacientes se les entregará por parte del Servicio Público un talonario para que puedan ser atendidos por dichos odontólogos privados.¿Por qué? ¿Acaso es más rentable y eficaz hacerlo de este modo?Lo cierto es que no se sabe la respuesta a estas preguntas. Es más, la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias ha puesto encima de la mesa la opacidad con la que se está llevando esta campaña. • No se ha publicado, al menos, los resultados de una evaluación tanto cualitativa como cuantitativa del programa que se venia prestando hasta ahora.• No se ha hecho público el estudio de coste de dicho programa por año de implantación. En tanto y cuanto ahora se contemplan "tratamientos especiales" y no se han fijado el número de visitas y tratamientos necesarios para cada problema, el coste final de cada tratamiento es imprevisible. Precisamente el no presentar las cuentas claras es lo que hace sospechar que, detrás de este nuevo programa haya un auténtico programa de trasvase de fondos públicos a la privada en detrimento de que la sanidad pública pueda desarrollarse y ganar en cercanía y servicio a las necesidades populares. Para ello, también les es necesario ocultar las cifras de la eficacia y rentabilidad comparativa. Puesto que el debate público-privado pierde su sentido si se queda sólo en el marco ideológico de si manda el estado o el mercado y no se baja a lo concreto en que podemos disponer de una sanidad de mayor o igual calidad a menor coste para que no haya ningún miedo a que, si la gente pudiéramos elegir entre ir a la pública o coger el dinero público para que nos visite la privada, elegiríamos la pública. Algunos poderes públicos trabajan para que no sea así.