Elecciones Ecuador

Polémica segunda vuelta en las elecciones de Ecuador

Finalmente, son el correísta Andrés Arauz y el derechista Guillermo Lasso los que pasan a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales en Ecuador. Estas son unas elecciones decisivas en las que está en juego si Ecuador vuelve a la senda de la soberanía nacional y de las políticas redistributivas de la riqueza que protagonizaron durante una década los gobiernos de la Revolución Ciudadana, o si continúan las políticas neoliberales y entreguistas que ha perpetrado Lenín Moreno estos últimos años.

En la noche electoral de la primera vuelta de las elecciones ecuatorianas, con el 98,5% de los votos escrutados, la única certeza fue la victoria del candidato correísta, Andrés Arauz, con más del 32% de los votos. Su rival para la segunda vuelta se debatía entre el indigenista Yaku Pérez (19,89%), que parecía tener una ligera pero sustancial ventaja de más de 24.000 votos sobre el candidato de la derecha, el banquero Guillermo Lasso (19,58%). 

Pero algo insólito ha ocurrido en los largos días de recuento, repletos de una tormenta de impugnaciones que han obstaculizado el proceso de verificación. Finalmente, según los resultados oficiales preliminares proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), es Lasso con un 19,74% y 32.600 votos de ventaja sobre Pérez el que pasa a la segunda vuelta, 

Algo que no acepta el movimiento Pachakutik, que denuncia fraude electoral. Tras cinco días de conversaciones, los equipos de Lasso y Pérez acordaron que se revisaran las actas electorales en 17 provincias de las 24 que constituyen el país andino y que se recontaran el 100% de las urnas en algunos territorios como Guayas. Pero tras conocer el veredicto del CNE, Lasso se ha desentendido del acuerdo.

Un sector del movimiento indígena ya está movilizado y avanza en grandes marchas por las carreteras del sur del país para exigir el recuento de la totalidad de los votos de la provincia del Guayas y del 50% de otras 16 provincias. La protesta cuenta con el apoyo de varios sindicatos y movimientos sociales. 

La denuncia de Pachakutik ha llevado a la Contraloría (Fiscalía) a requisar los equipos informáticos del CNE «para realizar una auditoría», algo que ha sido denunciado por los correístas como un intento de retrasar o impedir «con excusas tecnológicas» la realización a tiempo de la segunda vuelta. Andrés Arauz rechazó la «interferencia y la grosera intromisión de otras instituciones del Estado en la función electoral» y ha denunciado que el gobierno de Lenín Moreno ha retirado la protección policial al CNE. 

Haya habido o no fraude en el ajustado tramo final del recuento de la primera vuelta, el hecho es que estos incidentes degradan a la democracia ecuatoriana y crean un marco potencialmente tóxico para la segunda vuelta. Abonan la confusión del electorado y dan munición para que se puedan desligitimar los resultados definitivos, sean cuales sean. Hay que preguntarse qué fuerzas están interesadas en este caótico río revuelto. 

Los contendientes del balotaje del 11 de abril son -en tanto no se pueda probar lo contrario- el candidato de la Unión por la Esperanza, el ex-ministro y «delfín» de Rafael Correa, Andrés Arauz, y el candidato del derechista CREO-PSC, el banquero Guillermo Lasso. Una figura con fuertes vínculos no sólo con la oligarquía ecuatoriana, sino sobre todo con la embajada norteamericana y los centros de poder hegemonistas, y defensor de las mismas políticas que Moreno.

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