Poco viento para tanta txalupa

El sindicato vasco ELA y Bildu, partidarios de emular la «vía catalana» a la independencia

El principal sindicato vasco, ELA-STV -históricamente ligado al PNV- y EH Bildu están poniéndose de acuerdo en enfrentar la gestión del Gobierno vasco de Iñigo Urkullu. Ambas fuerzas rechazan de plano la propuesta del lehendakari de actualizar el Estatuto de autonomía de forma pactada con el PP y presioanan al PNV para que se sume a una via independentista que imite la via unilatera de Cataluña. Sin embargo, las encuestas y el pulso de la opinión pública no parecen acompañarles: los partidarios de la independencia en Euskadi no llegan al 17%.

ELA-STV -la mayor central sindical de Euskadi- cuenta con 100.000 afiliados y hasta ahora había estado ligada al PNV. Pero EH Bildu, que en su reciente congreso de «refundación» ha adoptado la táctica «a la catalana» de unilateralidad, parece haber ganado a la dirección de ELA, encabezada por Adolfo Muñoz. “A partir de ahora vamos a hacer más política que nunca”, señalan los portavoces del sindicato, asegurando que su objetivo es lograr un cambio radical económico y político a través de la convergencia de las fuerzas soberanistas. El sindicato lleva años escorándose hacia posiciones abertzales, y está cada vez más enfrentado al ejecutivo de Urkullu al que tacha de neoliberal en lo económico y pactista con el PP.

Por su parte, el PNV lleva años adoptando una línea pragmática, de nadar y guardar la ropa respecto a las cuestiones independentistas. Por un lado, Urkullu -muy alejado de lo que en otros tiempos supuso la línea de nacionalismo étnico de Arzallus o Ibarretxe- se jacta de ejercer la política «desde el realismo» donde la prioridad es «lograr resultados para Euskadi»; es decir, para mantener el gobierno vasco en manos del PNV y no volver a perderlo como entre 2009 y 2012, cuando perdieron apoyo fruto de la línea Ibarretxe y fueron desalojados de la lehendakaritza por el PSOE de Patxi López. Desde ahí, el PNV se ha convertido en un apoyo al PP en esta legislatura, aunque nada es gratis: han conseguido mantener un régimen fiscal ventajoso para Euskadi y ahora buscan un nuevo Estatuto de autonomía que les permita «avanzar en el autogobierno». Respecto a los acontecimientos de Cataluña, el PNV guarda un perfil bajo. Por un lado se manifiesta partidario de “la institucionalización del derecho de la ciudadanía a ser consultada, de manera legal y pactada, sobre su postura”. Pero por otro lado no busca ni promueve nada semejante al ‘procés’ de Puigdemont o Más.

Tanto el PNV como la patronal vasca parecen rechazar tajantemente el camino que les proponen ELA o Bildu. “Me preocupa que pueda provocar una fractura social”, dijo Urkullu a El País. El giro hacia la “via catalana” no despierta tampoco las simpatías Elkarrekin Podemos, “Aquí no existe un clima social en favor de la independencia”, ha dicho su responsable de política Eduardo Maura.

Y efectivamente, las últimas encuestas en Euskadi, realizadas por el Deustobarómetro, así lo retratan. Dos tercios de los vascos abogan por mantener el actual autogobierno (28,6%) o incrementarlo (38,1%), mientras que solo el 16,9% desea la independencia de Euskadi. Los votantes del PNV y de Podemos prefieren más autonomía, los votantes socialistas quieren mantener la situación actual, los de EH Bildu optan por la independencia, y los del PP quieren menos autonomía.

El porcentaje de vascos que desean que se celebre un referéndum sobre la independencia de Euskadi ha bajado en seis meses del 49 al 42%, aunque una amplia mayoría quiere ejercer “derecho a decidir” sobre problemas y asuntos que realmente les conciernen, como consultas sobre problemas cotidianos municipales (67%) o sobre los problemas económicos (60%). Sobre el proceso unilateral de “desconexión” de Cataluña, es rechazado por el 45% de los vascos y apoyado por un 31%.

Sobre el terrorismo de ETA, el rechazo total entre los vascos es abrumador (82%). La ciudadanía vasca reclama como próximos pasos a dar el anuncio de la disolución de ETA (52%), el acercamiento de los presos a cárceles vascas (45%) y el reconocimiento del daño causado por el terrorismo (44%).