Hace pocos meses dedicábamos una especial atención al surgimiento y desarrollo de múltiples alternativas en diferentes terrenos de la cultura. Un movimiento que encuentra su punta de iceberg en el 15-M, pero que existe mucho antes que él, como expresión política, y que desde hace años va consolidándose como un torrente de alternativas independientes.
Cine, teatro, arte, música, literatura… en los diferentes aspectos de la producción cultural y artística se ha abierto una brecha, o mejor, una pequeña grieta que cuestiona los nódulos de las viejas formas poniendo encima de la mesa una enorme calidad. Prácticamente en todos los ámbitos es posible encontrar iniciativas en esta dirección.
Y aunque es así por múltiples razones, los cambios sociales que caracterizan las últimas dos décadas pueden considerarse la razón principal. Por una parte las condiciones de vida han empeorado notablemente para la mayoría de la población, y el arte no ha dejado de dar una respuesta, de rebelarse y poner en cuestión las formas y algunos de los rasgos nodulares del orden establecido. Y por otra, el desarrollo científico-técnico en la red ha permitido generar todo un sistema de nuevas relaciones entre la producción artística, los artistas y el público.
Todo un sistema de relaciones y formas expresivas, de experimentación y debate, que constituyen una mezcla explosiva en contacto con la voluntad de transformación social. Y en esas estamos…
Los proyectos culturales se financian con fórmulas colectivas de mecenazgo que nada tienen que ver con la nueva ley que agudiza la concentración monopolista y el control del arte, los espectadores se convierten en parte activa del proceso de creación y participan de su exposición de forma activa, las compañías y los creadores experimentan en sus laboratorios aprendiendo de una larga tradición y atreviéndose a ir más lejos, y una parte importante de nuestra industria cultural ya ha puesto encima de la mesa otro modelo de producción cultural y de negocio. Los últimos recortes planteados van a obligar a hacerlo a la mayoría.
Hace diez años perdimos a un grande de nuestra poesía, José Hierro. Hace diez años precisamente el Ateneo Cultural Madrid XXI iniciaba su andadura contando con José Hierro como uno de sus primeros invitados. El recital de poesía que nos brindó ha quedado para siempre en la memoria de todos y es ya patrimonio y ADN de esta casa…
“Serenidad, tú para el muerto / que yo estoy vivo, y pido lucha” (Serenidad, lectura de madrugada)