Televisión

Pianistas y pianolas

Los programas exclusivamente dedicados a la música parecen una especie en ví­as de extinción. Formatos como el de «Operación Triunfo» o «Factor X» pretenden sustituirlos, ofreciendo la telerrealidad y el half-playback (música grabada y voz en directo) como alternativa. En medio de este panorama de «pianolas de barquillero», nominaciones y veredictos del jurado, «No disparen al pianista» se erige como una de las pocas bocanadas de aire fresco, proponiendo un original formato en el que no sólo los artistas tocan con su banda y hablan sin tapujos; sino que además nos ofrece colaboraciones que constituyen un documento exclusivo e irrepetible.

Pau Donés tocando el tema “Agua”, acomañando de su banda y de Jorge Drexler. Peret, Kiko Veneno y Muchachito se arrancan con una rumba catalana creando una alianza intergeneracional en medio de un escenario. Un escenario y un trato que los músicos agradecen y en el que se les ve tan cómodos como en su propio estudio. No disparen al pianista es un gran programa para cualquier espectador aficionado a la música y sin prejuicios, pero sobre todo es un auténtico homenaje a los profesionales que la componen y la tocan."Nos sentimos como un comando Guerrilla Musical dentro de la parrilla televisiva. Nos gustaría tener competencia, porque es sano, pero de momento nadie se anima". Así se refiere el director del programa, Daniel Villasante, a la realidad del panorama actual en la televisión musical. Videoclips repetitivos creados en un laboratorio, galas veraniegas repletas de playbacks, reality shows en los que el contenido musical queda en segundo plano, etc. Esta es actualmente la línea dominante. Frente a esto, la televisión pública asume el riesgo de mantener en antena un programa que además es completamente novedoso en su formato y en su estilo de grabación.La actualidad musical se refleja sin los obligados filtros de la radio-fórmula ni las imposiciones de las multinacionales. Los músicos tienen completa libertad de expresión, hablan claramente en sus entrevistas y ofrecen curiosas versiones de sus temas en un austero escenario. Músicos como Los Rebeldes o Loquillo, ninguneados por grandes sectores de la difusión musical, tienen aquí un hueco para demostrar que siguen en plena forma.Por si esto fuera poco, sus presentadores, capitaneados por Ruth Jiménez, hablan también de literatura, cine o de cualquier manifestación cultural influenciada por el fenómeno musical. También se desplazan para hacer reportajes y ofrecernos fragmentos de conciertos realizados en las mejores salas del país. Y todo esto acompañado de una excelente factura técnica, vanguardista y ecléctica, y emitida en horario de máxima audiencia del fin de semana. Un ejemplo de cómo hacer buena televisión sin renunciar a los índices de audiencia ni a la cultura popular.

Deja una respuesta