Un informe de la ONU acaba de responsabilizar a tres grandes petroleras -Shell, TotalFina y Agip- de la escandalosa contaminación que han provocado en Nigeria. Pero no es sólo un desastre medioambiental. Para enriquecerse a través de la extracción del crudo, las grandes petroleras han financiado escuadrones de la muerte y milicias armadas que han sembrado de cadáveres el delta del Niger. Un auténtico genocidio silenciado donde se ha intercambiado petróleo por sangre.
Los resultados del informe de la ONU son demoledores. En algunos lugares, el agua contiene un nivel de sustancias tóxicas 900 veces or encima de lo permitido. Las grandes petroleras han vertido al Niger 2.100 millones de litros de crudo en las últimas cinco décadas. Lo que significa que, cada año, Nigeria ha sufrido un desastre superior al provocado por el Exxon Valdez en las aguas del Golfo de México, y que acaparó las portadas de todos los periódicos.Nigeria es el séptimo mayor exportador de petróleo del mundo, pero el 70% de la población vive inmersa en la pobreza. Sólo la Shell produce más de la mitad del petróleo de Nigeria. Y para salvaguardar su negocio, no se detienen ante el número de vidas que es necesario segar. En 1.993, Ken Saro-Wiwa, activista del Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoní, denunciaba que “lo que la Shell y la Chevron han hecho al pueblo ogoni, a sus tierras y a sus ríos, a sus arroyos y a su atmósfera podría llamarse genocidio. El alma del pueblo ogoni está muriendo y yo soy su testigo”. Pocos días después, Ken Saro-Wiwa era ahorcado junto con otros ocho activistas del MOSOP. Se calcula que unas 2.000 personas fueron asesinadas por estar implicadas en protestas contra la Shell a principios de los 90.En mayo de 2004 se inicia una huelga en las plataformas petrolíferas; denuncian el despido de algunos compañeros y la subida de precios de los combustibles en un 50%. La huelga se ve ensangrentada con feroces represalias del ejército hacia los trabajadores y los manifestantes, con un balance de muertos desconocido. Las grandes petroleras han armado milicias que siembran el terror en el delta del Niger, mientras ellos siguen explotando el negocio petrolero. Una guerra no declarada que ha provocado 53.787 muertos.Los dólares que gana la Shell en Nigeria están manchados de sangre. Es hora de que responsa de este genocidio.