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En 2002, la iraní Marjane Satrapi publicaba un cómic que se convertiría rápidamente en imprescindible. Relataba su experiencia personal durante la revolución islámica; la de una mujer de ideas progresistas envuelta en un proceso de radicalización del islamismo en su país, que le lleva a tener que abandonarlo. Esta historia ha supuesto una cuña colocada en el mundo de la historieta, que ha propiciado la aparición de varias autoras de los países árabes; y siguió cosechando éxitos con la adaptación cinematográfica de 2007. Ahora Los iraníes Payman y Sina le han pedido a Satrapi las imágenes de su popular cómic Persépolis para crear Persepolis 2.0, la historia de las últimas elecciones en Irán relatadas desde el pasado 12 de junio hasta el 21 (con el asesinato de la estudiante de filosofía Neda Agha Soltani).
Los testimonios de las revueltas callejeras han circulado or Internet en las últimas semanas como nunca antes había ocurrido en la historia de Irán. La necesidad de un espacio para hacerse oír, desde un país donde el control informativo es inmenso, ha multiplicado el ingenio para que se pudieran contemplar imágenes que nunca hubieran salido en los medios oficiales. Pero después del fenómeno que supuso la aparición en todo el mundo una publicación como Persépolis, el cómic se ha convertido también en un recurso para contar esta realidad, con el particular equilibrio entre relato biográfico y documento periodístico.Dos jóvenes exiliados iraníes, Payman y Sina, han sido los responsables de esta particular actualización de la obra de Satrapi, a la cual pidieron permiso para utilizar su estilo gráfico para contar su particular relato de lo vivido después de las elecciones. Como no podía ser de otra manera la obra es difundida gratuitamente a través de Internet, concretamente de la plataforma Flikr, y ya existe también una primera traducción al castellano.Persépolis 2.0 surge con la intención explicita de ser difundido masivamente por la red, como documento testimonial, aprovechando también el interés que despierta el ser servido como continuación de un cómic tan popular, y se incita a su difusión en la red en la última página.Obviamente su parecido con la obra original se reduce al aspecto gráfico, y en realidad no podríamos hablar estrictamente de una continuación. Más bien de un homenaje a la obra original, que pretende servir para hacer llegar a mucha más gente esa visión personal de todos los disturbios, la represión y las consecuencias de los cuestionados resultados electorales en la vida cotidiana. El cómic aprovecha sabiamente el altavoz que supone el prestigio se Satrapi y la capacidad de difusión de Internet, para constituir una de esas voces independientes tan necesarias en Irán en medio de este proceso.