Se suicida importante magnate alemán

¿Pero el «capitalismo de casino» no era una cosa de EEUU?

Adolf Merckle, un importante hombre de negocios alemán, el quinto hombre más rico de Alemania y el 94 del mundo -según la lista de la revista Forbes-, con importantes empresas a su cargo que empleaban a decenas de miles de trabajadores, se suicidó el pasado 6 de enero arrojándose a las ví­as del tren. Adolf Merckle habí­a perdido, al parecer, buena parte de su fortuna en una mala jugada en bolsa. El envite lo realizó, no hace años, ignorando loo que podí­a pasar, sino hace sólo dos meses, es decir, en plena crisis financiera global.

Adolf Merckle, un imortante hombre de negocios alemán, el quinto hombre más rico de Alemania y el 94 del mundo –según la lista de la revista Forbes-, con importantes empresas a su cargo que empleaban a decenas de miles de trabajadores, se suicidó el pasado 6 de enero arrojándose a las vías del tren. Adolf Merckle había perdido, al parecer, buena parte de su fortuna en una mala jugada en bolsa. El envite lo realizó, no hace años, ignorando loo que podía pasar, sino hace sólo dos meses, es decir, en plena crisis financiera global.Desde el estallido de la crisis, los líderes y mandatarios europeos (muy arropados por la prensa de corifeos que los acompaña y respalda) vienen estableciendo una rigurosa distinción y separación entre el capitalismo de EEUU, un capitalismo de especuladores de “casino”, casi de tahúres, y el capitalismo europeo, un capitalismo productivo responsable, casi social. ¡Valientes cínicos! Más del 80% de los bancos europeos habían adquirido activos tóxicos basados en las hipotecas sub prime, sin otro criterio que su alta rentabilidad. La Societé General perdió 5.000 millones de euros con las “apuestas” de un broker (¿un incontrolado?). Un banco hipotecario alemán tuvo que ser salvado por su gobierno de la quiebra al estar involucrado en la burbuja inmobiliaria irlandesa. Y las dos primeras “víctimas mortales” de la crisis han sido un banquero francés (involucrado en la estafa de Madoff) y un magnate alemán: los dos habían sufrido pérdidas muy graves por sus movimientos especulativos.¿A quién quieren engañar esos líderes europeos, a los que Zapatero acompaña con su claqué? Una cosa es que no sean dueños del Casino (Wall Street) y otra muy distinta que no sean verdaderos “ludópatas”.

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