Cargando...¿Es posible alegrarse de comprar un CD en la sección de novedades y encontrárselo en blanco?. «Dark night of the soul» es el último trabajo de Danger Mouse, el segundo componente del dúo Gnarls Barkley, formado con el rappero Cee-Lo, y que saltaron a la fama con «Crazy», caracterizándose por disfrazarse en los conciertos de Star Wars, Matrix, Gladiadores… . El productor ha decidido presentar su trabajo en dos formatos: con un libro de fotos de David Lynch o con un cartel. En todo caso, en el CD puede leerse: «Por razones legales, este CD-ROM no contiene música. Úselo como usted desee». Parece una broma pero es así; el CD no contiene nada.
Lo que no ha imedido al músico colgar las 13 canciones, que si contienen notas y letras, grabadas en colaboración con Sparklehorse, en Internet. Todo sea que a algún comprador se le ocurra descargarse las canciones y utilizar el “CD vacío” para contenerlas. Si esa casualidad se da, Danger Mouse habrá cerrado un círculo de audacia y chulería.Los trece temas son el resultado de un experimento psicodélico que ha acabado con la colaboración de una larga ristra de estimulantes participantes: Black Francis – The Pixies -, Iggy Pop, Gruff Rhys – Super Furry Animals -, los Flaming Lips, Jason Lyttle – Grandaddy -, Suzanne Vega, Julian Casablancas – The Strokes -, Vic Chesnutt, Scott Spillane – The Gerbils -, James Mercer – The Shins -, Nina Persson – The Cardigans), el mismo David Lynch y Mark Linkous – que es el nombre real de Sparklehorse -.La perjudicada es la multinacional EMI, con la que, tanto Sparklehorse como Danger Mouse, tienen compromisos contractuales. Así como varios de los participantes. El asunto va de desacuerdo en las negociaciones para sacar esta producción, y aprovechándose de la “mala racha” de EMI en sus relaciones con los artistas – hay que recordar el plantón de Radiohead que ha sacado su disco en descarga gratuita en Internet, o la ruptura con Paul McCartney -, este “peligroso ratón” ha decidido cachondearse de la multinacional de forma sana y beneficiosa para sus bolsillos. Y, que duda cabe, para los derechos de los artistas en todo el mundo sometidos al ninguneo de las discográficas.La compañía ha respondido mansamente, explicando que siguen en conversaciones con Danger Mouse y que no renuncia a una posible edición física de su trabajo. El mercado no está para ponerse intransigente.Según sus declaraciones, “Dark night of the soul” tuvo un presupuesto mínimo y no contó con adelantos de EMI o de otra compañía. Todo hecho en casa y “a mano”. Lo que aumenta el atractivo del disco. Danger Mouse no se reprimido a la hora de exprimir la oportunidad, afirmando que “esperar recuperar los gastos”, cuando el boom está garantizado y va camino de convertirse en pieza de coleccionista.Los medios, la publicidad del “plante”, y todo el movimiento – de gran apoyo popular – que genera ha de permitir obtener muchos más beneficios de los que puedan obtener incluso con el propio CD.Que cunda el ejemplo… una estupenda iniciativa para promover la compra del soporte físico, incentivando su contenido, pero manteniendo la gratuidad de los contenidos.