Fondos Autonómicos

Pelea entre saqueadores

Detrás del victimismo de los unos, una burguesí­a burocrática catalana obligada a pasar por el aro de la intervención financiera, y la prepotencia de los otros, sabedores de tener la llave del oxí­geno financiero para la Generalitat, no hay más que una riña navajera entre saqueadores por quedarse una mayor parte del botí­n.

Mas y su gobierno cumple ya con las normas impuestas por Montoro: registra la facturas en Hacienda y llevan la firma del interventor de la Comunidad que, a su vez, responde ante la Administración Central en informes periódicos.

 

En esta reyerta, la acusación de que el gobierno catalán oculta gastos de más de 1.300 millones en obras públicas de la Generalitat ha recibido cumplida respuesta por el President en funciones. “Montoro está jugando con fuego”.

 

Mas ha sacado a la luz que el Gobierno Central también esconde la deuda del AVE o la del proyecto Castor (más de 1.300 millones en indemnización a la constructora ACS de la banca March por no poder culminar el polémico almacén de gas submarino), o la de las radiales de Madrid,  colocándolas fuera de los presupuestos. O sea, no contabilizándola en el déficit público.

 

Sobre las cuentas de ambos pesa la espada de damocles europea por el incumplimiento de los objetivos de déficit. Sobre este extremo no hay rebeldía.

 

La verdad detrás de la deuda

Según los últimos datos del Banco de España, Cataluña es la Comunidad Autónoma con más deuda por volumen, con casi 67.000 millones de euros, de los que 37.487 millones -el 56%- corresponde al Fondo de Financiación a Comunidades Autónomas, que desde diciembre de 2014 asumió la deuda del Fondo de Liquidez Autonómico y el Fondo de Pago a Propeedores, FFPP.

 

Si la deuda del estado roza ya el 100% del PIB, la catalana equivale a un 32,8% del suyo, lo que la convierte en la tercera región más endeudada detrás de Valencia y Castilla-La Mancha.

«La montaña de endeudamiento en Catalunya viene provocada por el pago de los intereses de la deuda»

 

Por tanto, el Estado se ha convertido en el principal acreedor de la Generalitat y ya tiene más de la mitad de su deuda,

 

Desde que Mas es President, en cinco años, la deuda ha crecido en 30.000 millones de euros, 6.000 más que durante los siete años del gobierno tripartito de PSC, ERC e ICV.

 

Cuanto más pago…

Cualquier idea de que la deuda adquirida por la Generalitat obedece, como afirman ellos, a la caída en ingresos por impuestos y el aumento de gasto social por la crisis, no hará más que confundirnos de forma interesada.

 

No hay más que consultar el informe “independents de qui?” (¿independientes de quién?) de la Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD) publicado en septiembre de este año para empezar a vislumbrar el origen real de la espiral de deuda.

 

Mientras la Generalitat ha hecho varios impagos de carácter social por  problemas de tesorería cuyo origen es siempre el estado central, se ha cuidado de no dejar de pagar a los bancos (entre los que destacan CaixaBank o el BBVA) y el estado central.

La Generalitat debe más de 60.000 millones de euros (se prevé supere los 70 en 2016), de los cuales más de 7.800 se destinarán al pago de los intereses de la deuda. Una cifra algo inferior a la del ejercicio del 2013, cuando la carga de la deuda fue de más de 11.000 millones de euros, superando con creces los créditos destinados a Salud (8.250 millones) o Educación (5.000 millones).

 

El gasto social apenas representó el 10% del gasto a pagos del déficit.

 

Eso significa que el ingente volumen de deuda se ha generado por el creciente pago de intereses. Desde el año 2008 la deuda se ha multiplicado por 3,5 (del 8% en 2007 hasta el 32,2% en marzo de este año).

«Artur Mas representa la política de los grandes capitales y la Troika, los auténticos centros que dictan y se benefician de los recortes»

Pero también por deudas futuras invisibles: se calculan 2.723 millones de euros en avales concedidos a organismos autónomos y empresas públicas de la Generalitat, 1.128 millones de avales a empresas privadas, o unos 80 mil millones en gastos commprometidos desde 2010 a ejercicios futuros. A partir de 2016 hay que empezar a devolver los préstamos del FLA (2.862 milions d’euros).

    “En 2014 se pagaron 8.267,17 millones de euros, 1.924 en intereses y 6.343 en amortización de deuda, mientras todo el presupuesto de educación era de 4.967 millones. Se pagaron 2,6 millones al día, de los cuales 5,27 millones eran en intereses . Entre 2009 y 2014 los recortes en Salud, Educación, Protección y Promoción social y otras partidas suman 7.214,87 millones, mientras que el pago de deuda ha crecido en más de 6.108,27 millones.

 

¿No se paga la deuda ilegítima?

Hay evidencia de que buena parte de la deuda es ilegítima. Criterios para considerarla así son:

·         Un sistema fiscal regresivo y permisivo con el fraude fiscal que merma la recaudación

·         Construcción de grandes infraestructuras basadas en sistemas para diferir los pagos (concesiones, método alemán, una forma de financiación que permite pagar la obra una vez se ha entregado, y otros), son una privatización de facto de dichas infraestructuras y han generado una parte importante de la deuda pública.

·         Privatitzación de servicios o empresas públicas por las que el gobierno suele asumir la deuda y la cede a empresas privadas.

·         Las condiciones en que se han hecho ciertas emisiones de deuda (intereses, comisiones, imposición de recortes sociales…)

·         Las comisiones ilegales de otros casos de corrupción

·         Deuda acumulada por hacer de puente con nuevos créditos a terceros.

·         El cambio fundamental de circunstancias y el sobrecoste provocado por las presiones especulativas sobre la deuda pública.

·         En caso de estado de necesidad si el pago de la deuda y sus  intereses pone en peligro la supervivencia política o económica del país y su soberanía, así cono la vulneración de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de la población.

Una escalada que no es responsabilidad exclusiva de los gobiernos de Artur Mas desde 2010. Ya el tripartito de Maragall y Montilla emitió los llamados “bonos patrióticos». Mas no pudo hacer frente a los vencimientos y tuvo que pedir un rescate al estado (FLA). Para este año 2015 la Generalitat prevé necesitar 8.054,6 millones de euros de endeudamiento para financiarse, de modo que la deuda se habrá convertido en la segunda mayor partida de las cuentas públicas catalanes, sólo por detrás de Salud.

El diabólico mecanismo de endeudamiento del gobierno catalán no tiene nada que envidiar al del estado central. La posición de Artur Mas, por mucho que aparezca enfrentada a este, no representa más que la voz inferior en jerarquía del mismo amo, los grandes capitales y la Troika, los auténticos centros que dictan y se benefician de los recortes.

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