La superpotencia acusa a China de ser una amenaza militar

Pekí­n se enoja con el Pentágono

Las autoridades chinas han respondido airadamente a las acusaciones del Pentágono, que en un reciente informe han acusado a Pekí­n de ser una amenaza militar. Si ayer el secretario del Tesoro piropeaba a las autoridades chinas por el papel estabilizador de la emergente potencia asiática en la crisis económica mundial, los responsables militares siguen mirando con recelo el ascenso de una China impenetrable a la intervención norteamericana y que es -ya sin ningún disimulo- el mayor rival a la hegemoní­a norteamericana. Es por ello que Pekí­n ha presentado una queja formal a la Casa Blanca en a que piden el «fin del pensamiento de la Guerra Frí­a» por parte de Washington, al que exigen que deje de interferir en los asuntos internos chinos.

El informe del deartamento de Defensa norteamericano acusa a China de buscar la desestabilización del Extremo Oriente y de que el gasto militar chino aumenta. Además acusa a las autoridades de Pekín de causar incertidumbre en la región con su “falta de transparencia”. El informe advierte de que China está variando la concepción tradicional de su sistema de defensa –basado en como librar una guerra defensiva en su propio territorio- hacia una estrategia orientada a ganar en corto tiempo los conflictos graves en las zonas de sus alrededores contra adversarios dotados de alta tecnología.El Ministerio de Exteriores chino ha señalado que EEUU trata de interferir en los asuntos internos y su portavoz ha lamentado que “continúe la falacia de la presunta amenaza china”. Se trata, ha asegurado, de “una concepción propia de la Guerra Fría”, que “hay que abandonar”. El Ejército Popular de Liberación (EPL) chino es el cuerpo armado más numeroso del mundo, sus efectivos alcanzan los dos millones. Su estructura ha sido y es en la actualidad, predominantemente defensiva, y su volumen hace a China virtualmente inexpugnable ante un ataque convencional. Sin embargo Pekín ha comenzado a modernizar su armamento y a mejorar sus tácticas, cosa que sus autoridades defienden como el “desarrollo normal de la defensa nacional al que tiene derecho cualquier nación”. Los redactores del informe apoyan su inquietud en diversos indicios. Pekín ha aumentado en un 15% su presupuesto de Defensa para el 2009. También preocupa la decisión de construir portaaviones, algo de lo que carece la flota china, que disponía hasta ahora de barcos netamente defensivos –guardacostas, submarinos-. China nunca ha participado en misiones de combate fuera de su territorio, y la participación de marina de guerra china en el combate contra los piratas somalíes en el cuerno de África ha sido vista por el Pentágono más como una maniobra de entrenamiento y reconocimiento que de cooperación internacional. El Pentagono afirma que el pulso que China mantiene con India por el control del Índico, por el que circula el 70% del petróleo del mundo, puede llegar a desestabilizar la zona. Este roce diplomático se produce en un contexto donde el gobierno Chino –en condición de máximo poseedor de bonos del Tesoro norteamericanos- ha exigido a EEUU medidas y hechos concretos para proteger la rentabilidad de las gigantescas inversiones chinas en la economía norteamericana. En caso de no hacerlo –ha dicho Pekín- se verán en la obligación de actuar según los intereses chinos. Además, el gobernador del Banco Central chino ha presentado oficialmente la propuesta de que el dólar deje de ser la moneda de referencia internacional y sea sustituida por otra de nueva creación, algo que ha alarmado a las autoridades estadounidenses.

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